UGT pide subir el salario mínimo a 1.000 euros el año que viene

Pepe Álvarez aboga por llegar a un SMI que sea del 60% de la retribución media de España

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en declaraciones durante un acto de homenaje en el Cementerio Civil de Madrid a Pablo Iglesias Posse, fundador de UGT y del PSOE.Vídeo: EFE | EP

El líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha pedido este miércoles negociar la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1.000 euros en 2021. Delante de la tumba de Pablo Iglesias Posse, donde se ha celebrado un acto para conmemorar el 95 aniversario del fallecimiento del fundador del PSOE y de UGT, el dirigente sindicalista ha dejado claro que los salarios tien...

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El líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha pedido este miércoles negociar la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1.000 euros en 2021. Delante de la tumba de Pablo Iglesias Posse, donde se ha celebrado un acto para conmemorar el 95 aniversario del fallecimiento del fundador del PSOE y de UGT, el dirigente sindicalista ha dejado claro que los salarios tienen que subir “sin lugar a dudas”. “Me parece importantísimo que el SMI se actualice de acuerdo con las perspectivas legales; eso quiere decir que continuemos en la senda a llegar a un SMI que sea del 60% del salario medio de nuestro país”, ha incidido Álvarez.

Para el secretario general de UGT, esto quiere decir que el Gobierno tiene que ser “consciente” de que este año el salario mínimo tiene que estar en el entorno de los 1.000 euros. “El SMI afecta a las personas que menos tienen en nuestro país”, ha recalcado. Las palabras de Álvarez llegan el mismo día en que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha declarado que a él no le consta un posible incremento de los 950 euros actuales.

La subida del SMI a 950 euros mensuales, que entró en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2020, fue el primer logro del Gobierno de Coalición en el diálogo social. El pacto entre el Ejecutivo, los agentes sociales y la patronal quedó en un punto intermedio entre los 1.000 euros de los que llegó a hablarse cuando PSOE y Unidas Podemos negociaban el pacto de Gobierno y los 900 que operaban hasta entonces.

Con esta decisión se mantenía la senda de incrementos significativos inaugurada todavía con Mariano Rajoy y el PP en el poder. En 2017 se subió un 8%, aunque entonces se hacía desde un suelo muy bajo: 655,2 euros mensuales. En 2019 subió más del 22%. En estos cuatro años el incremento es del 44,5%.

Desde la CEOE no ven con buenos ojos la propuesta que ha puesto encima de la mesa Álvarez. El presidente, Antonio Garamendi, comentó hace días que “no es el momento de subir el SMI”, en referencia a la situación económica derivada de la pandemia. Ya en enero de este año, Garamendi dejó claro que “llegar a 1.000 euros nos preocupaba mucho más”. Mientras los sindicatos presionan, de momento lo único claro es que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha comentado a los agentes sociales que les convocará en los próximos días para negociar.

Reducción de la jornada laboral a cuatro días

El líder sindical aboga por implantar la jornada laboral de cuatro días, al considerar que “se va a ganar en competitividad, calidad de vida y en empleo”. La reducción de la semana laboral es una opción que ya han defendido otros miembros del Gobierno, como el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Sin embargo, las palabras de Álvarez han vuelto a diferir con las de Escrivà, que ha asegurado que no cree que en España haya “margen” para implantar tal medida.

El responsable de Seguridad Social ha señalado que no le parece que España “sea un país que, con sus niveles de productividad y competitividad, tenga que dar prioridad a ese asunto”, que además no ha sido abordado en las reuniones del Consejo de Ministros.

Álvarez le ha quitado importancia a estas discrepancias. “Esta es una lucha que siempre empieza con un ‘no’ y luego acabamos donde tenemos que acabar”, ha señalado el dirigente sindical, quien ha recordado que la reducción de la jornada laboral forma parte de la historia del mercado laboral, desde la revolución industrial.

Desmontar la reforma laboral

El secretario general de la UGT ha dejado claro que su sindicato no va a renunciar a la derogación completa de la reforma laboral. Delante del secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que también acudió al acto, Álvarez lanzó un mensaje al Ejecutivo de Coalición: “Quiero recordar al Gobierno actual el compromiso que tiene con los trabajadores y las organizaciones sindicales de nuestro país de una derogación de la reforma laboral”, señaló Álvarez, tras apuntar que este puede ser “un desmontaje paso a paso”, algo con lo que estarían de acuerdo los sindicatos.

Pepe Álvarez rechaza así las palabras del presidente del Gobierno de vincular la derogación de la reforma laboral a un acuerdo con la patronal, ”porque la patronal no va a aceptar esos acuerdos, porque ahora ya lo tiene todo”, zanjó el dirigente sindical.

Sobre la cuestión de si esta derogación está supeditada a la obligación de pasar antes por el consenso social, Álvarez ha negado la mayor. “Esto no va a ser así”, ha apostillado el dirigente de la UGT. El líder sindical quiere que la derogación se haga con diálogo, “pero que se haga”. “Hemos dialogado, no ha habido posibilidades de acuerdo con CEOE y ahora, en un plazo muy corto de tiempo, hay que abordar el desmontaje de esta reforma laboral”, ha insistido.

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