El Gobierno extenderá y facilitará la devolución de los créditos ICO
La ministra de Economía, Nadia Calviño, avanza que el próximo Consejo de Ministros aprobará nuevas medidas de apoyo para el turismo y comercio
El Gobierno tiene previsto aprobar un aplazamiento de la devolución de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y concedidos con la primera ola de la crisis del coronavirus para ayudar a las empresas y autónomos a disponer de liquidez. La idea es, tras garantizar esta liquidez, evitar que empresas que son solventes se ve...
El Gobierno tiene previsto aprobar un aplazamiento de la devolución de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y concedidos con la primera ola de la crisis del coronavirus para ayudar a las empresas y autónomos a disponer de liquidez. La idea es, tras garantizar esta liquidez, evitar que empresas que son solventes se ven abocadas al cierre porque cuando termina su carencia, el próximo mes de marzo, la situación económica todavía no les permita devolverlos. El ejecutivo de Pedro Sánchez también prevé aprobar nuevas medidas de apoyo a los sectores del turismo y el comercio, en colaboración con las comunidades autónomas.
Lo ha avanzado este sábado la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, durante el encuentro anual de economía de S’Agaró (Girona) en el que ha intervenido telemáticamente. La ministra ha enumerado las ayudas y medidas de apoyo a los sectores económicos que ha tomado el gobierno y cómo las “ha ido adaptando a las necesidades y sectores: ERTE, líneas ICO…”. “El Plan de choque se destinó a garantizar la liquidez y en esta fase, tenemos que mirar cuestiones de solvencia, que empresas solventes no tengan que cerrar y estamos trabajando para que en el próximo Consejo de Ministros se adopten medidas como la modificación de los periodos de carencia o bonificaciones de los avales del ICO”, dijo.
“El programa español de avales es el que mayor efectividad ha tenido sobre el PIB de todos los europeos”, ha asegurado. La carencia inicial de estos préstamos fue de 12 meses y el importe total avalado ascendió a casi 82.000 millones en casi 900.000 operaciones. La inmensa mayoría de estas operaciones se han firmado con pequeñas y medianas empresas o autónomos.
Calviño ha defendido la actuación en materia económica del ejecutivo: “A corto plazo, ante la emergencia derivada de la crisis del coronavirus, pero sin perder el medio plazo, sin perder de vista las luces largas”. La ministra ha señalado también la oportunidad que representan los 140.000 millones de euros de fondos europeos del plan de recuperación y ha puesto en valor la inversión prevista en los presupuestos generales del Estado que esta semana han pasado el primer trámite en el Congreso.
La ministra ha argumentado que la economía española “necesita certezas en este momento de incertidumbre” y ha puesto en valor “la convicción de que el diálogo es la vía” del ejecutivo del que forma parte; el reciente “histórico acuerdo sobre el pacto de Toledo”. La ministra ha apelado a la “fortaleza de nuestro país: quedan meses muy por delante pero no debemos dudar de las fortalezas, infraestructuras, talento, pymes, una sociedad que cada día da muestras de madurez y estos activos son la base sobre la que tiene que asentarse la recuperación”, ha manifestado antes de recordar que los indicadores económicos del tercer trimestre (crecimiento económico, empleo y afiliación a la seguridad social) han sido positivos.
Sobre los fondos europeos, Calviño ve en ellos una “oportunidad única” para promover un paquete de reformas ambicioso con el que financiar diez políticas tractoras de recuperación, y valoró el mensaje de solidaridad que la Unión Europea ha lanzado con este programa.
En su opinión, “España es el país probablemente más avanzado en el plan de recuperación” a partir de fondos europeos. En este sentido, adelantó que el Gobierno trabaja con las comunidades autónomas y el sector privado para diseñar el plan de recuperación, al tiempo que negocia con Bruselas sobre su regulación. Lo que venga de esos fondos “hay que gastarlo todo y gastarlo bien” para que la deuda pública no sea un lastre para las siguientes generaciones.