Nuevo Bretton Woods
La victoria de Biden era condición necesaria para mejorar la gobernanza global, pero no es suficiente
Kristalina Georgieva, directora del FMI, ha introducido en la agenda del debate mundial un nuevo Bretton Woods. Con Trump en la Casa Blanca sería impensable. Con Biden se ve una luz al final del túnel en el que entraron los organismos multilaterales. Pero el mundo era muy diferente al de 1945 en 2016 y una de las causas de la victoria del Trump fue el miedo a la globalización que derivó en sus agresivas políticas proteccionistas.
En 1980, los países emergen...
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Kristalina Georgieva, directora del FMI, ha introducido en la agenda del debate mundial un nuevo Bretton Woods. Con Trump en la Casa Blanca sería impensable. Con Biden se ve una luz al final del túnel en el que entraron los organismos multilaterales. Pero el mundo era muy diferente al de 1945 en 2016 y una de las causas de la victoria del Trump fue el miedo a la globalización que derivó en sus agresivas políticas proteccionistas.
En 1980, los países emergentes suponían dos tercios del PIB mundial. En 2025, según las previsiones del FMI, los emergentes supondrán dos tercios del PIB del mundo y también dos tercios del crecimiento. Seguirán invirtiendo un 30% de su PIB versus 20% de los países desarrollados. China, Estonia, Corea del Sur y Polonia lideran el ranking del informe Pisa en ciencia y matemáticas. Y Asia es líder mundial en las nuevas tecnologías digitales e inteligencia artificial.
Por lo tanto, el nuevo Bretton Woods será multicultural o no será. La duda es si será bipolar, con China y EE UU liderando el diseño de la gobernanza global, o será multipolar con el G20 como eje. Biden ha ganado con la mayor diferencia de votos totales desde hace dos décadas, pero en varios estados claves su victoria ha sido por la mínima, como fue la de Trump en 2016. Por lo tanto, es esperable un nuevo tono y una mejora de las relaciones internacionales, pero no un giro de 180 grados.
La mejora más rápida será con Europa. Trump apoyó el Brexit, el gobierno antieuropeo polaco y amenazaba con una guerra comercial para limitar la importación de coches europeos. El Reino Unido pierde su principal aliado y siguen en el limbo jurídico de la salida de la Unión. La Comisión Europea ha impuesto aranceles a Boeing y otros productos estadounidenses y es probable que pronto EE UU elimine los aranceles a Airbus que también trajeron aranceles al vino y al aceite español.
No obstante la guerra económica será en la tecnología. Telefónica ha anunciado que contratará a Nokia, Ericsson –dos empresas europeas– y Huawei, una empresa china. Trump vetó a Huawei y amenazó a Europa con sanciones. ¿Las eliminará Biden? El gobierno español y el Consejo Europeo deberían tomar posición propia en este tema. Francia y Alemania decidieron retirar la imposición de la denominada tasa Google para relajar la tensión con EE UU. El Gobierno español ha decidido seguir adelante en solitario y eso complicará nuestras relaciones con la nueva administración Biden.
Europa impone limitaciones al uso masivo de datos que EE UU, China y los países asiáticos no tienen y eso ata las manos de las empresas europeas en la batalla tecnológica mundial. Esta es una de las causas que explica el menor uso de la tecnología para gestionar la pandemia que explican que Europa sea una de las áreas del mundo con más infectados y más muertos por habitante.
Sin duda la victoria de Biden era condición necesaria para mejorar la gobernanza global. Pero seguramente no es condición suficiente.