Las renovables serán en 2025 la primera fuente global de energía eléctrica
La solar y la eólica crecerán a ritmo récord este año y el próximo, ajenas a la crisis sanitaria y económica
Aupadas en una auténtica revolución técnica que ha disparado su eficiencia y recortado drásticamente sus costes de producción, las renovables siguen ganando cuota de mercado a marchas forzadas. Estas serán en 2025 la principal fuente de electricidad en el mundo, poniendo punto final a cinco décadas de supremacía del carbón, según las últimas proyecciones de la ...
Aupadas en una auténtica revolución técnica que ha disparado su eficiencia y recortado drásticamente sus costes de producción, las renovables siguen ganando cuota de mercado a marchas forzadas. Estas serán en 2025 la principal fuente de electricidad en el mundo, poniendo punto final a cinco décadas de supremacía del carbón, según las últimas proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último monográfico anual sobre las energías verdes. Para entonces, estas tecnologías (solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa...) aportarán uno de cada tres kilovatios consumidos a escala global. Su aumento será exponencial: en el próximo lustro, el organismo dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que el crecimiento de las renovables ronde el 40%, aupadas en buena medida por el sol y el viento.
Ajenas a la sacudida de la crisis sanitaria y económica, las energías verdes continúan su camino: a pesar de que la demanda energética global caerá un 5% en 2020, la electricidad procedente de renovables aumentará un 7% en todo el mundo. Y el 90% de la nueva capacidad eléctrica instalada corresponderá a este tipo de fuentes, que en 2021 prolongarán su crecida al ritmo más rápido de los cinco últimos años. “Las renovables están desafiando las dificultades causadas por la pandemia, mostrando un crecimiento robusto mientras otros combustibles sufren”, subraya el director del organismo con sede en París, Fatih Birol. “Su resistencia y perspectivas positivas para el sector quedan claramente reflejadas en el continuo y firme apetito de los inversores, y el futuro luce aún más luminoso con nuevas adiciones de capacidad en curso que llevarán a nuevos récords este año y el próximo”.
A pesar de la covid-19, los técnicos de la AIE destacan que “el apetito inversor por las renovables sigue siendo fuerte, especialmente en aquellos países que cuentan con políticas de apoyo y una remuneración transparencia y predecible”. La solar, dicen, sigue rompiendo récords año tras año, “impulsada por el aumento de su competitividad”, y su desarrollo continuará después de 2022 “a un ritmo incluso más rápido” gracias a “las nuevas políticas en Estados Unidos y China y su desarrollo en tejados [de viviendas y oficinas]”. Según las cifras incluidas por la propia Agencia en su último informe anual, la fotovoltaica ya es la energía más barata de la historia.
Igualmente relevante será el impulso de la eólica, que se expandirá hasta un 80% de aquí a 2025 en buena medida por el impulso de tres mercados: el europeo, el chino y el estadunidense. En el caso de la eólica marina —los molinos de viento instalados sobre pilares costa afuera—, “más que se duplicará” en ese periodo gracias a la rápida caída de los costes y su desarrollo acelerado en Asia y EE UU.
Que el gigante norteamericano figure en todas las quinielas de crecimiento de las renovables de la AIE no es casualidad: con la llegada a la presidencia del demócrata Joe Biden, defensor convencido de las energías limpias en detrimento del carbón y del petróleo, su crecimiento allí se antoja clave en los próximos años. “Si la próxima Administración implementa las políticas de energías limpias propuestas [en campaña], estas podrían llevar a un despliegue mucho más rápido de la solar fotovoltaica y la eólica, contribuyendo a una descarbonización más rápida del sector eléctrico”, zanja Birol.
Los biocombustibles sí sufren la pandemia
Mientras el sol y el viento viven sus mejores días, los biocombustibles, llamados a reemplazar parcialmente al gasóleo y la gasolina en los motores de combustión, atraviesan un momento complicado. Con el crudo mucho más barato que hace un años y las grandes flotas de transporte a medio gas, este tipo de combustibles —catalogados como renovables por la AIE— marchan hacia su primer descenso anual en dos décadas.