Opinión

Nuevos horizontes para la tesorería

El reto de preservar el valor de una mermada posición de liquidez se sitúa en lugar preferente

Las empresas tendrán que invertir más para preservar su caja.Marta Fernández Jara (Europa Press)

Con carácter previo al estallido de la pandemia la gestión de la liquidez por parte de las empresas comenzó a verse condicionada por el entorno de tipos de interés negativos. Esta circunstancia desató a final de 2019 una primera oleada de penalizaciones a los saldos de tesorería mantenidos por empresas en cuentas corrientes bancarias. El entorno covid ha reforzado dos tendencias, ...

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Con carácter previo al estallido de la pandemia la gestión de la liquidez por parte de las empresas comenzó a verse condicionada por el entorno de tipos de interés negativos. Esta circunstancia desató a final de 2019 una primera oleada de penalizaciones a los saldos de tesorería mantenidos por empresas en cuentas corrientes bancarias. El entorno covid ha reforzado dos tendencias, la protección de la caja en todas las actividades, y la permanencia de las tasas de interés en niveles inferiores a cero. No se esperan cambios en la voluntad del BCE de mantener activas todas las palancas de estímulo para preservar la recuperación económica.

Bajo estas circunstancias el reto de preservar el valor de una mermada posición de liquidez se sitúa en lugar preferente. Es claro que el recurso a activos tradicionales, como los depósitos bancarios, cuenta con el soporte contable, que acota de forma significativa la tipología de activos que pueden ser incluidos como parte de la tesorería de la empresa (normalmente con vencimientos inferiores a tres meses y ausencia de riesgo de mercado). En paralelo, la necesidad de buscar alternativas que minimicen las penalizaciones a productos clásicos es hoy por hoy aún más perentoria.

Este contexto ha supuesto un gran desafío para la industria de gestión de activos, que busca ofrecer soluciones al interés creciente de las empresas por buscar alternativas fuera de los productos habituales. Se hace imprescindible conocer en profundidad las características del universo de inversión, tanto desde el punto de vista de rentabilidad esperada, como desde el punto de vista de riesgos asumidos. Una de las opciones de inversión cada vez más utilizadas para gestionar el excedente de liquidez son los fondos de inversión (monetarios o, incluso, de renta fija a corto plazo).

Regulación

Los reguladores europeos aprobaron recientemente una reforma de la regulación de los fondos monetarios con el objetivo de proteger a los inversores. En la actualidad, The European Securities and Markets Authority (ESMA) exige que los fondos monetarios se clasifiquen en Short-Term Money Market Funds y Standard Money Market Funds. Y para cada uno de ellos se establecen diferentes formas de valoración con las consiguientes limitaciones en sus políticas de inversión: se regulan los activos elegibles, vencimientos máximos y calidad crediticia. Esta regulación facilita la obtención de los objetivos de rentabilidad asegurando que se cumplen los parámetros de riesgo definidos por la empresa en un ámbito tan sensible como es el de la gestión de tesorería.

En suma, el año 2020 ha reforzado la necesidad de migración de la empresa a una vocación más “inversora”, no exenta de desafíos. Estamos sin duda ante un cambio de paradigma que reforzará el valor de analizar convenientemente los diferentes productos a disposición de las tesorerías.

Pablo Guijarro e Ignacio Astorqui son profesores de AFI- Escuela de Finanzas

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