El BBVA resta empuje al rebote de España en 2021 por la oleada de contagios

El servicio de estudios del banco cifra el crecimiento del PIB el próximo año en el 6%, un punto menos

Aspecto de un establecimiento en el Mercado de la Boquería de Barcelona tras el cierre, durante al menos quince días, de bares y restaurantes.Quique Garcia (EFE)

La creciente incertidumbre en torno a la segunda oleada de contagios puede hacer perder altura al rebote de la economía doméstica el año que viene. Así lo confirman las estimaciones de BBVA Research, que ha rebajado este miércoles las previsiones de crecimiento para España el próximo ejercicio al 6%, un punto menos. Tras el vertiginoso descenso a los infiernos en la primera mitad de 2020, las cifras trimestrales por venir se presentan en verde, pero cada centímetro no ganado en plena oleada de estímulos fiscales y monetarios supondrá tiempo perdido para recuperar los niveles previos a la pande...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La creciente incertidumbre en torno a la segunda oleada de contagios puede hacer perder altura al rebote de la economía doméstica el año que viene. Así lo confirman las estimaciones de BBVA Research, que ha rebajado este miércoles las previsiones de crecimiento para España el próximo ejercicio al 6%, un punto menos. Tras el vertiginoso descenso a los infiernos en la primera mitad de 2020, las cifras trimestrales por venir se presentan en verde, pero cada centímetro no ganado en plena oleada de estímulos fiscales y monetarios supondrá tiempo perdido para recuperar los niveles previos a la pandemia.

El servicio de estudios mantiene inalterado el golpe para este año en el 11,5%: calcula que la actividad avanzará un 14% en el tercer trimestre, el mayor de la serie histórica, consecuencia lógica del fin de los confinamientos estrictos que provocaron un desplome sin precedentes entre marzo y junio (-17,8%) y del auge de la demanda externa. Pero cree que se desinflará en el cuarto trimestre (+2%), propiciando una entrada en 2021 con una inercia mucho menos positiva, con la economía todavía un 10% por debajo de finales de 2019. Basan su tesis en el deterioro sanitario, la pérdida de fuerza de las exportaciones y la inversión privada, el retraso de las ayudas europeas, el menor impacto de la política monetaria y los ERTE o el retroceso del consumo, con el gasto con tarjetas de crédito del BBVA pasando de crecer un 4% en agosto al 2,1% en la primera quincena de octubre, una tendencia a la baja que se ha acentuado en las provincias con más contagios y sectores como el turístico.

El think tank se aleja así de las predicciones del Ejecutivo para el próximo año. Su previsión de crecimiento no solo es sensiblemente inferior al 9,8% que augura Moncloa, también discrepa en el impacto positivo de los fondos europeos. Mientras el Gobierno atribuye 2,6 puntos de PIB extra al maná de Bruselas, el BBVA limita el efecto de esa ayuda externa a un 1% adicional, y cree que irá ganando velocidad en los dos años posteriores. La entidad asume que en 2021 se utilizarán entre 10.000 y 15.000 millones de euros del plan de reconstrucción, y cada euro gastado repercutirá en el crecimiento en 0,7 euros, si bien matiza que todavía es muy pronto para hacer estimaciones dado que no se conocen los proyectos al detalle y se teme que haya retrasos en los desembolsos. “Hay incertidumbres sobre cuán rápida puede ser la ejecución de estos proyectos”, ha alertado el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech.

La música que llega de Bruselas, sin embargo, les suena bien. Los analistas del banco ven en la reacción de los Veintisiete un cambio de partitura significativo respecto a la lenta respuesta frente a la Gran Recesión, y más allá de regar de dinero a los socios más afectados por la pandemia, lo ven como paso importante en la integración fiscal que reduce los riesgos, como prueba la avalancha de demanda en la emisión de bonos de la Comisión Europea este miércoles.

Las cifras de contagios de coronavirus se han convertido en una variable casi tan sanitaria como económica. Y eso concede a cada dato una enorme fragilidad. El BBVA ha elaborado sus previsiones partiendo de la premisa de que la vacuna estará lista en los países desarrollados en el primer semestre de 2021 y se extenderá gradualmente al resto de países, pero eso está lejos de ser una certeza. Ello se deja sentir al hablar de los riesgos sobre la mesa: en primer lugar citan la tendencia de contagios al alza, seguido del incumplimiento en la agenda de reformas que demanda Bruselas y de eventuales problemas de solvencia.

Para los expertos del banco, el escenario puede mejorar a nivel global si la vacuna aparece antes de lo esperado, hay nuevos estímulos fiscales y monetarios, la ya potente recuperación de China gana enteros o mejora la coordinación de políticas. Pero también empeorar en caso de que los contagios sigan disparados, la vacuna se demuestre ineficaz, aumenten las quiebras, surjan dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública, se inicien tensiones financieras o geopolíticas o si se impone la tendencia a la desglobalización. “2021 será sin duda un año de crecimiento. El cuánto va a depender de los supuestos sobre la distribución de las vacunas”, concluyó el economista jefe de BBVA Research, Jorge Sicilia.

Sobre la firma

Más información

Archivado En