Nubank, el banco digital que arrasa en América Latina con 41.000 nuevos clientes al día

Las últimas rondas de financiación de la entidad la conceden un valor de mercado de 8.800 millones de euros

Un joven en una oficina de Nubank, que suma 30 millones de clientes.

David Vélez (Medellín, 1981) lleva en la sangre el gusanillo del emprendimiento. Su abuelo materno se aventuró con éxito en el mundo del aceite vegetal, su padre prosperó con un negocio de pantalones y camisas, y sus tíos triunfaron en el mercado de los zapatos y ropa deportiva. “El mantra siempre fue: no hay que tener jefes, hay que hacer el propio camino”, dice este ingeniero, graduado en la Universidad de Stanford, que ha cumplido a rajatabla la consigna familiar. Hace siete años, junto a dos socios, fundó Nubank: un banc...

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David Vélez (Medellín, 1981) lleva en la sangre el gusanillo del emprendimiento. Su abuelo materno se aventuró con éxito en el mundo del aceite vegetal, su padre prosperó con un negocio de pantalones y camisas, y sus tíos triunfaron en el mercado de los zapatos y ropa deportiva. “El mantra siempre fue: no hay que tener jefes, hay que hacer el propio camino”, dice este ingeniero, graduado en la Universidad de Stanford, que ha cumplido a rajatabla la consigna familiar. Hace siete años, junto a dos socios, fundó Nubank: un banco digital que ya ha captado casi 30 millones de clientes en Brasil (más del 14% de la población), 150.000 en México y que acaba de aterrizar en Colombia. "Nuestro objetivo es llegar a 100 millones en unos cinco o siete años por toda América Latina… Queremos liberarlos de las garras de la banca tradicional”, comenta Vélez, convertido en el consejero delegado de un neobanco con una valoración de 10.400 millones de dólares (unos 8.877 millones de euros, al tipo de cambio actual), la más alta en todo el mundo para una fintech.

La génesis de Nubank fue un enfado. En 2012, Vélez abandonó su trabajo en Sequoia Capital, el fondo de capital riesgo americano, que lo había enviado a Brasil en busca de oportunidades de inversión. En vez de volver a EE UU —donde había colaborado para Goldman Sachs y luego Morgan Stanley— o a su país natal, Colombia, decidió probar suerte en la tierra de la bossa nova. Así que se acercó a un banco a abrir una cuenta. No fue una, sino cuatro veces las que acudió a la sucursal hasta que logró su cometido. Vélez no podía creer la horrible experiencia por la que había pasado y que sufrían a diario los clientes del sector financiero. Fue entonces cuando vio una oportunidad de negocio. Junto a la brasileña Cristina Junqueira, ahora vicepresidenta de la firma, y el estadounidense Edward Wible (hoy jefe de tecnología) se pusieron a trabajar en la idea de un banco completamente digital, sin comisiones y con tipos de interés más bajos que los ofrecidos en el mercado.

Sequoia Capital —impulsor de empresas tecnológicas como Apple, Google, Oracle, Yahoo y Cisco— y el grupo inversor argentino Kaszek aportaron los primeros dos millones de dólares para darle vida a Nubank. Hasta ahora, la compañía ha levantado 820 millones de dólares en siete rondas de financiación, entre las que destaca una inversión de Tencent, el gigante tecnológico chino desarrollador de WeChat.

En 2014, pusieron su primer producto en el mercado: una tarjeta de crédito internacional respaldada por Mastercard sin tarifas ni comisiones, administrada a través de una aplicación móvil. Actualmente, su cartera de productos incluye cuentas de débito y préstamos personales. En un tiempo récord Nubank saltó a las grandes ligas: se ha convertido en el sexto banco más grande en Brasil, por el número de clientes, compitiendo con Bradesco, Itaú, Santander, Banco do Brasil y Caixa, estos dos últimos estatales. “Lanzamos Nubank para romper con el oligopolio bancario que durante años ha cobrado tarifas absurdamente altas… En Brasil, nuestros clientes han ahorrado unos 1.500 millones de dólares en comisiones que habrían engordado más el bolso de esos cinco grandes bancos. Hoy, ese dinero, está en los bolsillos de nuestros usuarios”, destaca Vélez.

David Vélez, fundador de Nubank.

“Nubank es la mayor historia del fintech en toda América Latina”, afirma Fermín Bueno, cofundador y socio gerente de Finnovista, una organización de análisis de compañías financieras nacidas bajo el paraguas de la tecnología. ¿La clave del éxito? Que aprovecha la digitalización para reducir los costes y para dar un mejor servicio al cliente, agrega Gabriela Andrade, especialista principal en la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, ha sabido llegar a las nuevas generaciones: los mileniales (nacidos entre 1980 y 1995, que son el 34% de la población brasileña y el 50% de las personas en edad de trabajar, según un análisis de Itaú BBA Research) y los nacidos entre 1994 y 2010 (la generación Z, que son el 24% de los brasileños), coinciden los expertos. “A veces, los grandes bancos creen que los mileniales son niños que estudian en la secundaria, cuando en realidad son padres, compran casas”, agrega Andrade.

En Nubank, que suma una media de 41.000 nuevos clientes al día, cerca del 70% de sus usuarios son menores de 36 años. Los neobancos latinoamericanos, añade Bueno, han respondido a una necesidad específica. “De la misma manera que se dan de alta en Facebook o abren una cuenta de Google, pues de igual forma esperan crear una cuenta bancaria… La expectativa es que sea gratuita, como la mayoría de las herramientas en Internet”.

Tarjeta de crédito

El éxito de Nubank no es baladí. Su tarjeta de crédito (con una tasa de interés mensual promedio que oscila entre el 2,75% y el 14%), revolucionó un mercado donde el tipo medio anual de estos productos supera el 300%, según los datos del Banco Central de Brasil. “Las mayores tasas de interés en tarjetas de crédito están estrechamente relacionadas con el grado de concentración del sistema bancario… En Brasil es moderadamente alta si tenemos en cuenta que más del 70% del mercado, para una población de más de 200 millones de personas, está en manos de seis empresas”, subraya Miguel Ángel Prieto, director de Soluciones de Medios de Pago de Minsait Payments, una compañía perteneciente al grupo Indra.

La misma historia se repite a lo largo de Latinoamérica, donde Nubank quiere seguir creciendo. “Creemos que nuestro modelo de negocio es más interesante en países emergentes, como los latinoamericanos”, indica. Pero no descarta ir a mercados desarrollados. ¿Vendrán a España? “No, por el momento”, aclara Vélez.

Caso pionero

Nubank ha abierto el camino para otros neobancos en la región. Dentro del sector de 'fintech', la categoría es bastante nueva en América Latina, dice Fermín Bueno, de Finnovista. En la región operan 48 'start-ups' de este tipo. De igual forma, los inversores internacionales han visto en este segmento de empresas un nicho para ver crecer sus carteras. La financiación de capital riesgo en la zona alcanzó un récord con 4.600 millones de dólares, de los cuales un tercio fue a manos de las fintech, según las cifras de la Asociación Latinoamericana de Capital Riesgo y Privado (Lavca). “El sector está bien posicionado y capitalizado para resistir la crisis económica”, comenta Carlos Ramos, experto en Lavca.


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