Ribera busca impulsar la energía de hidrógeno verde con un plan de inversiones de 8.900 millones
El Gobierno tiene previsto aprobar este martes el plan para desarrollar esta industria, en línea con los objetivos de alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable en 2050
El Consejo de Ministros prevé aprobar hoy la Hoja de Ruta del Hidrógeno, un plan para impulsar esta fuente de energía a través de unas inversiones de 8.900 millones de euros hasta 2030, en las que cuenta con la colaboración privada. El Gobierno fija ese año para lograr el despliegue del hidrógeno renovable, al que se considera clave para que España alcance la neutralidad climática, con un sistema eléctrico 100% renovable, antes de 2050.
El documento, al que ha accedido EL PAÍS, está incluido en el Plan Integrado de Energía y Clima (Pniec). El plan añade tres nuevas medidas a las 57 medi...
El Consejo de Ministros prevé aprobar hoy la Hoja de Ruta del Hidrógeno, un plan para impulsar esta fuente de energía a través de unas inversiones de 8.900 millones de euros hasta 2030, en las que cuenta con la colaboración privada. El Gobierno fija ese año para lograr el despliegue del hidrógeno renovable, al que se considera clave para que España alcance la neutralidad climática, con un sistema eléctrico 100% renovable, antes de 2050.
El documento, al que ha accedido EL PAÍS, está incluido en el Plan Integrado de Energía y Clima (Pniec). El plan añade tres nuevas medidas a las 57 medidas de actuación que se habían incluido en la consulta previa y mantiene como objetivos la implantación de cuatro gigavatios (GW) de potencia instalada de electrólisis en 2030, que el 25% del consumo de hidrógeno por la industria deberá ser de origen renovable y la instalación de hidrogeneras (estaciones de servicio), trenes y vehículos de transporte pesado impulsados por este producto.
El hidrógeno no es una fuente primaria de energía, como lo pueden ser el sol o el viento, sino un vector. Es decir, un producto manufacturado que es capaz de almacenar energía para posteriormente ser liberada de forma gradual. En el caso de que se empleen energías renovables en su fabricación, el hidrógeno obtenido tendrá la consideración de hidrógeno verde o hidrógeno renovable. “La Hoja de Ruta identifica este vector energético como una solución sostenible clave para la descarbonización de la economía y el desarrollo de cadenas de valor industriales y de I+D+i, convirtiéndose así en una de las palancas de reactivación económica ligadas a la transición energética, junto a otros ámbitos como el despliegue renovable, la movilidad sostenible y conectada o la rehabilitación energética de edificios”, destaca la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en conversación con este periódico.
El esfuerzo inversor contempla la colaboración público-privada en la puesta en marcha de proyectos de producción de hidrógeno renovable y generación eléctrica renovable asociada, adaptaciones industriales y movilidad. En ese sentido, fuentes ministeriales aseguran que ya se cuentan con proyectos de las principales firmas energéticas como Repsol, en Móstoles; Enagás, en Tenerife; Naturgy, Endesa o Iberdrola, que cuenta con una macroplanta de 20 megavatios (MW) en marcha en Puertollano (Ciudad Real).
El documento destaca que, al final de esta década, se producirá una aceleración de la producción y aplicación del hidrógeno renovable en España y será plenamente competitiva frente a otras tecnologías de producción. “Esta circunstancia facilitará la expansión del consumo de hidrógeno renovable en sectores difíciles de descarbonizar y en nuevas aplicaciones, incluyendo el transporte marítimo y aéreo y los procesos energéticos industriales de alta temperatura”, según Aagesen, que añade que el desarrollo previsto puede convertir España en un exportador de hidrógeno renovable al resto de Europa".
El planteamiento de Transición Ecológica es que, con estas actuaciones, las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan en 4,6 millones de toneladas equivalentes de CO₂. “La Hoja de Ruta anticipa una visión de cuál será el papel del hidrógeno en las siguientes tres décadas, en las que España busca liderar un proyecto país hacia una economía descarbonizada, de manera que se fomente la cadena de valor innovadora, el conocimiento aplicado de la industria, el desarrollo de proyectos piloto a lo largo del territorio nacional y el apoyo a las zonas de transición justa”, según Aagesen.
Por ello, las 60 medidas que prevé desarrollar se agrupan en cuatro ámbitos de actuación: de carácter regulatorio que incluyen la introducción de un sistema de garantías de origen que asegure que el hidrógeno se ha producido a partir de energía 100% renovable; de carácter sectorial, para incentivar el uso de hidrógeno renovable y proyectos en ámbitos como el industrial, el energético o el de la movilidad; de carácter transversal para fomentar el conocimiento del potencial del hidrógeno renovable en el conjunto de la sociedad; y de fomento de la I+D+i.
El plan está en línea con las metas que se ha fijado la Comisión Europea en su Estrategia de Hidrógeno. En ese sentido, los cuatro gigavatios de potencia instalada de electrólisis (sistema de producción de hidrógeno renovable empleando energías limpias y agua) representan un 10% del objetivo marcado por la Comisión Europea para el conjunto de la UE. Adicionalmente, hasta alcanzar esos cuatro GW, se estima que para el año 2024 sería posible contar con una potencia instalada de electrolizadores de entre 300 y 600 megavatios (MW).
Además, plantea que el 25% del consumo de hidrógeno industrial sea renovable, se parte de que en la actualidad la industria emplea la práctica totalidad de las 500.000 toneladas de hidrógeno que consume España anualmente es de origen fósil (denominado hidrógeno gris), es decir, emplea gas natural como materia prima. Por cada kilogramo de hidrógeno renovable que sustituye a un consumo existente de hidrógeno no renovable, se evitan nueve kilogramos de CO₂ a la atmósfera.
El planteamiento sobre movilidad es contar en 2030 con una flota de al menos 150 autobuses, 5.000 vehículos ligeros y pesados y dos líneas de trenes comerciales propulsadas con hidrógeno renovable. Asimismo, se persigue la implantación de una red con un mínimo de 100 hidrogeneras y maquinaria de handling propulsada con hidrógeno en los cinco principales puertos y aeropuertos.
Instrumentos de apoyo
La Hoja de Ruta apoyará el diseño de instrumentos financieros de apoyo a la industria española consumidora intensiva de hidrógeno para la adaptación de sus procesos e infraestructuras al suministro continuo de hidrógeno renovable. Se identificarán, por tanto, los polos de consumo de hidrógeno en la actualidad, fomentando e incentivando la creación de “valles de hidrógeno”, y se promoverá la constitución de Mesas del Hidrógeno Industrial junto a comunidades autónomas, administraciones locales, consumidores de hidrógeno y promotores de proyectos de producción de hidrógeno renovable.
El plan incluye medidas para impulsar el desarrollo nacional de electrolizadores de grandes potencias (100 MW), así como para su fabricación en masa, la aplicación de nuevos materiales y para fomentar la I+D+i a lo largo de la cadena de valor del hidrógeno, “de manera que la ciencia española y las empresas puedan participar en su desarrollo, lo que permitirá crear conocimiento y ventajas competitivas, incluyendo la industria del automóvil y el transporte ferroviario, marítimo y aéreo”. Para ello, prevé crear una línea de financiación exclusiva para proyectos de la cadena de valor del hidrógeno renovable en los sucesivos Planes Estatales de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.
La apuesta por el hidrógeno renovable activará el desarrollo de cadenas de valor; se abren nuevas oportunidades de generación de empleo sostenible y de actividad económica en ámbitos como la fabricación de ensambladores de electrolizadores, de pilas de combustible, de componentes (electrónica, control, automoción, mecánica), de vehículos, astilleros, de depósitos a presión, hidrogeneras o plantas de producción de hidrógeno renovable, así como su gestión, soluciones de almacenamientos a gran escala, equipos para el transporte de hidrógeno o de servicios de movilidad basados en hidrógeno renovable.
Por otro lado, se potenciarán nuevos núcleos energéticos de producción de hidrógeno renovable que contribuyan a evitar la despoblación rural y a conseguir los objetivos de reto demográfico, con especial atención a las regiones de transición justa. La Hoja de Ruta concluye identificando los diferentes instrumentos de financiación para su despliegue, que incluyen los fondos de EU Next Generation y la Clean Hydrogen Alliance, creada por la Comisión Europea. Asimismo, el documento incorpora un anexo con proyectos de hidrógeno identificados en España.
Este despliegue se hará en línea con la Estrategia de Almacenamiento, cuyo borrador última en estos momentos el ministerio. Estos dos factores, según la Hoja de Ruta, harán del hidrógeno uno de los principales activos para lograr que España sea una de las potencias europeas en generación renovable. A ello se añade la implantación de otras tecnologías, como las que recogerá la Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y las Energías del Mar en España, también en fase de elaboración, y que propiciarán un cambio radical al paradigma energético actual, consolidando un sistema eléctrico 100% renovable no más tarde de 2050.