Los rebrotes ponen en entredicho la recuperación de la eurozona

Los servicios entran en zona de contracción y empujan a la baja el PMI de los países del euro. Solo la industria aguanta el tipo y da un potente balón de oxígeno a Alemania

Un ciclista y varios paseantes, frente a la torre Eiffel de París.

El reciente empeoramiento de la situación sanitaria en varios países europeos empieza a hacer mella sobre los indicadores adelantados, que apuntan a una importante ralentización en el ritmo de recuperación de la economía. El índice compuesto de gerentes de compras (conocido bajo las siglas PMI) de la zona euro, una de las cifras que los economistas observan con especial intensidad para tratar de adivinar qué ocurrirá en el futuro más próximo, se sitúa en septiembre en 50,1 puntos, solo una décima por encima del punto que marca la frontera entre expansión y contracción y lejos de los 51,9 punto...

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El reciente empeoramiento de la situación sanitaria en varios países europeos empieza a hacer mella sobre los indicadores adelantados, que apuntan a una importante ralentización en el ritmo de recuperación de la economía. El índice compuesto de gerentes de compras (conocido bajo las siglas PMI) de la zona euro, una de las cifras que los economistas observan con especial intensidad para tratar de adivinar qué ocurrirá en el futuro más próximo, se sitúa en septiembre en 50,1 puntos, solo una décima por encima del punto que marca la frontera entre expansión y contracción y lejos de los 51,9 puntos del mes precedente. A falta de una semana para que concluya el mes, la cifra publicada por la consultora IHS Markit apunta a la peor lectura desde principios del verano.

“La recuperación económica de la zona euro se estancó en septiembre, ya que el aumento de las infecciones de la covid-19 llevó a una renovada reducción de la actividad del sector servicios en toda la región”, constata el jefe de análisis de IHS, Chris Williamson, en la nota que acompaña a los resultados. Tras una primavera marcada a fuego por los confinamientos y un verano de incipientes brotes verdes, el otoño y el invierno serán complicados. “La debilidad del PMI es una llamada de atención para Europa. Las alarmas sobre el ritmo de la recuperación deberían sonar de nuevo, en un momento en el que el número de casos de covid-19 está creciendo de nuevo”, valora Bert Colijn, del banco neerlandés ING.

Como es habitual desde el inicio de la pandemia, el golpe fue especialmente severo en el sector servicios: en él, la actividad cae en septiembre hasta su nivel más bajo en cuatro meses y entra claramente en zona de contracción: 47,6 puntos frente a los 50,5 de agosto. Aunque la lectura ya fue débil entonces, en plenas vacaciones los europeos aún esperaban un regreso a la actividad más rápido de lo que se está demostrando. En la misma línea, los precios de productos y servicios cayeron a su ritmo más elevado desde junio, acumulando así siete meses de descensos en esta encuesta. Este descenso contrasta con lo sucedido del lado de los costes, que repuntaron por cuarto mes consecutivo. Algo parece claro: ante una potencial oleada de nuevas restricciones en las principales capitales europeas, como ya está sucediendo en Madrid, los servicios —y, muy especialmente, los que requieren de contacto directo con los clientes, como bares y restaurantes— volverán a llevarse la peor parte.

En el lado contrario, el mejor dato llega de la industria: las manufacturas, muy dependientes del apetito exterior, alcanzaron máximos de dos años y medio —desde un ya lejano febrero de 2018—, logrando incluso superar la medición del mes previo: pasan de 55,6 a 56,8 puntos. Esta lectura apunta a una recuperación con más brío en la Europa cuya economía más descansa en el sector secundario (Alemania y los países del este) y aletargada en los países del arco mediterráneo, mucho más dependientes del sector terciario. Es, como subrayan desde la consultora con sede en Londres, una vuelta a la vida de la economía “a dos velocidades”.

Los rebrotes, igualmente desiguales y especialmente persistentes en dos países del sur de la Unión, España y Francia, amenazan con agravar esa tendencia. “Fuera de la industria alemana, la recuperación se está deteniendo”, subraya Jessica Hinds, de la firma de análisis Capital Economics, en declaraciones a Reuters. “Y sin señales de que el resurgir de los casos de coronavirus haya sido erradicado, hay un claro y creciente riesgo de reversión, al menos en los países más golpeados [por la pandemia]”. “El dato no es bueno para nadie, con la caída vista en el sector servicios, pero sí relativamente mejor para Alemania por la gran subida de las manufacturas y teniendo en cuenta el mayor peso relativo de éstas en su economía”, completa Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, en conversación con este diario. “Cayó menos y ahora parece que se recupera algo mejor, dentro de lo que parece ser un tramo final del año que no pinta ni mucho menos bien”.

Las dinámicas son similares en el mercado de trabajo. “Las pérdidas de empleo también se aceleraron en el sector servicios a medida que más empresas ejercieron cautela por los costes. Afortunadamente, en el sector industrial se ha observado una menor destrucción a medida que la presión en la capacidad comienza a emerger, y eso sugiere que la tasa de reducción de las plantillas, en general, ya ha alcanzado su punto máximo”, apunta Williamson, de IHS Markit. Los pedidos recibidos por la industria son un factor clave para esta lectura, ligeramente más positiva de lo previsto: las órdenes pendientes se contrajeron a un menor ritmo en septiembre. Es una de las poquísimas notas positivas que deja la última lectura del PMI de la eurozona. La recuperación, en fin, está en entredicho.

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