El déficit público del primer semestre es el más alto de la serie histórica de Hacienda
El Gobierno prevé que el año se cierre con un déficit superior al 10% del PIB, frente al 2,8 de 2019
El déficit público escaló el pasado junio hasta el nivel más alto en un primer semestre de la historia, superando incluso los niveles de la pasada crisis financiera. La diferencia entre gastos e ingresos públicos ascendió a 68.524 millones, una cifra equivalente al 6,12% del PIB, según los datos facilitados este jueves por el Ministerio de Hacienda. La mayor parte de ese desfase corresponde al Estado central, que incurre en un déficit del 4,33% del PIB tras desplegar la batería de ayudas públicas para paliar el golpe del confinamiento sobre la economía.
Los más de 10.000 millones destin...
El déficit público escaló el pasado junio hasta el nivel más alto en un primer semestre de la historia, superando incluso los niveles de la pasada crisis financiera. La diferencia entre gastos e ingresos públicos ascendió a 68.524 millones, una cifra equivalente al 6,12% del PIB, según los datos facilitados este jueves por el Ministerio de Hacienda. La mayor parte de ese desfase corresponde al Estado central, que incurre en un déficit del 4,33% del PIB tras desplegar la batería de ayudas públicas para paliar el golpe del confinamiento sobre la economía.
Los más de 10.000 millones destinados a sostener el empleo a través de los ERTE, las ayudas a autónomos, familias y un amplio ramillete de medidas para evitar la amargura de la crisis han disparado el gasto público del Estado. “Los gastos del Estado hasta julio han aumentado un 21,4% hasta 156.129 millones, de los cuales en torno a los 21.700 millones, que representan cerca del 80% del incremento interanual, están relacionados con la pandemia de la covid-19. Esta cifra incluye la transferencia de 14.003 millones para paliar los efectos en las cuentas de la Seguridad Social y los 6.000 millones de un total de 16.000 millones del Fondo COVID distribuido a las comunidades autónomas”, explica Hacienda en su informe mensual.
Las comunidades sumaron un déficit del 0,60%, frente al déficit del 0,67% registrado hace un año, lo que supone un 19,6% menos, gracias al manguerazo del Estado. La Seguridad Social también empeora sus números rojos. “Los Fondos de la Seguridad Social han registrado un déficit del 1,13% del PIB. El comportamiento de este subsector responde, fundamentalmente, a los impactos ocasionados por la crisis derivada del COVID-19, especialmente sobre las prestaciones sociales. Los recursos se han incrementado un 18,2%, por las transferencias recibidas del Estado, frente a los gastos no financieros que aumentan un 23,3%. El gasto consolidado de los Fondos de la Seguridad Social asociado a la COVID-19, de acuerdo con la información disponible hasta la fecha, se sitúa en torno a 15.997 millones, un 76,5% de todo el incremento registrado”, señala Hacienda.
Lo cierto es que este agujero del primer semestre en las cuentas públicas no tiene precedentes en los registros del ministerio. Hasta ahora 2009 había sido el peor año para las cuentas públicas. En aquel momento la caída de Lehman Brothers provocó un colapso financiero mundial y la actividad se congeló. En España la recaudación se desplomó y el gasto se disparó con el famoso Plan E y otras ayudas para tratar de revitalizar la economía. Tuvieron que pasar años para enmendar aquel agujero.
Ahora parece repetirse el fenómeno. Pero las diferencias son enormes. El “escudo social” como ha denominado el Gobierno al plan para proteger la economía, las empresas y familias cuenta con el respaldo de las instituciones internacionales. El BCE apoya la política expansiva de los países europeos y Bruselas ha lanzado un fenomenal salvavidas.
Bajando a los datos, la evolución de esta primera mitad del año es consecuencia de una reducción de los ingresos de 15.342 millones de euros y un aumento del gasto de 27.344 millones. El Gobierno prevé que en los próximos meses el déficit público crezca hasta llegar al 10,34 % del PIB a cierre de año, muy por encima del 2,8% del PIB con el que se cerró 2019. No obstante, el consenso de analistas sitúa el agujero público en el 11,9% del PIB y BBVA Research calcula que cerrará el año cerca del 15% del PIB.