Así son las cartas en las que los gestores de fondos explican la crisis a sus clientes

Los profesionales de la Bolsa reconocen que los índices están anestesiados en cierta medida por los estímulos fiscales y monetarios

Patio de operaciones de la Bolsa de MadridAna Bornay (EFE)

Los gestores de fondos de inversión, sobre todo aquellos con productos value o “de autor” suelen informar por carta a sus clientes de su visión del mercado. El coronavirus copa los mensajes de las últimas comunicaciones trimestrales de algunos de ellos.

Misiva con sabor a despedida. Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver

“Las Bolsas han transitado por las distintas fases de la crisis (quizá demasiado rápido): negación del problema sin apenas caídas en los mercados, seguidas de caídas abruptas, y rápida recuperación de precios. Todo en tres meses. Esto,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los gestores de fondos de inversión, sobre todo aquellos con productos value o “de autor” suelen informar por carta a sus clientes de su visión del mercado. El coronavirus copa los mensajes de las últimas comunicaciones trimestrales de algunos de ellos.

Misiva con sabor a despedida. Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver

“Las Bolsas han transitado por las distintas fases de la crisis (quizá demasiado rápido): negación del problema sin apenas caídas en los mercados, seguidas de caídas abruptas, y rápida recuperación de precios. Todo en tres meses. Esto, en nuestra opinión, es reflejo de los tiempos que vivimos. La inmediatez para todo, hasta para las crisis. Pero también a las enormes fuerzas opuestas de impacto económico versus magnitud y rapidez de la reacción de bancos centrales”, reflexiona Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver en su carta. Los mercados han rebotado desde mínimos, pero según este gestor, no hay que llevarse a engaño. “Es importante destacar que el rebote se ha producido por la acción de los bancos centrales, y no por un menor impacto de la pandemia, y ni mucho menos, por su final”. Y añade: “Lo que en un primer momento nos pareció un impacto a la oferta (a través de la interrupción de las cadenas de suministro) se ha convertido en una crisis de demanda de primer orden, solo comparable a las producidas en episodios bélicos de calado global”.

En el terreno de la inversión, el impacto del cierre de amplísimos segmentos de la economía tiene efectos significativos y distintos. De la lastra, distingue entre algunos shocks (posiblemente) temporales (ocio, viajes...) y otros que aceleran tendencias —unas positivas y otras negativas— iniciadas ya por la revolución tecnológica. “La digitalización de los modelos de negocio ha pasado de ser un extra a ser un básico. Las compras en remoto han sido durante un tiempo la única forma posible de comprar, lo que sin duda ha ayudado a que los últimos rezagados digitales adquieran la costumbre de comprar desde casa”.

De la Lastra cierra su carta con un mensaje personal, ya que esta será la última comunicación con los partícipes de Bestinver. “Me voy con la tranquilidad de haber cumplido mi compromiso cuando llegué de anteponer los intereses del partícipe a cualquier otro desde el primer día hasta el último, y convencido de dejar un Bestinver más robusto y listo para afrontar una nueva etapa”, concluye.

Motivos para el optimismo. Iván Martín, director de inversiones de Magallanes

En su carta, Iván Martín, director de inversiones de Magallanes, trata de lanzar un mensaje de optimismo a los clientes. Recuerda que los mercados bajistas acaban con el inicio de una recesión. “Hemos tenido uno de los mercados bajistas más duros que se recuerdan y actualmente estamos inmersos en una recesión. Recordemos que la Bolsa descuenta expectativas, adelantando lo malo y lo bueno”. Otro factor, en su opinión, a tener en cuenta es los datos reales de actividad que se están publicando tales como ventas minoristas, indicadores de confianza y actividad manufacturera, ventas de coches en China, precios del acero y cobre, entre otros, “están comportándose mejor de lo esperado, algunos datos incluso ya dan síntomas de recuperación”.

Además, Martín destaca el colchón que han activado los bancos centrales. “Hay una enorme cantidad de liquidez en mercado, como consecuencia de políticas expansivas, que de otra manera no se hubieran producido de no haber sido por la pandemia del coronavirus. ”Otro dato para la esperanza es que, precisamente por la inyección de esos enormes estímulos monetarios, no es descartable un repunte de la inflación, “lo que podría provocar cierta normalización de los tipos de interés y revalorización consiguiente de activos como la renta variable”.

Martín también subraya la importancia de elegir compañías para invertir que tengan balances sólidos. “De las más de 100 empresas que tenemos repartidas entre los tres fondos, podemos afirmar que no ha habido ninguna que haya tenido que acogerse a ningún esquema de protección frente a acreedores o declararse directamente en bancarrota”. Eso no significa que sea un mercado fácil. “Ha habido pérdidas importantes en el valor intrínseco de un número muy limitado de compañías, que sinceramente, serán difíciles de recuperar totalmente a futuro”.

Velocidad sin precedentes. José Ramón Iturriaga, gestor de Abante

El gestor del fondo Okavango Delta explica que la naturaleza de esta crisis es más asimilable a una catástrofe natural que a cualquier otra cosa. “Una caída muy intensa de la actividad en un plazo muy corto, seguida de una fortísima recuperación”. Debido a esta peculiaridad, avisa que de que tratar de modelizar esta situación inédita es un quebradero de cabeza, tal y como delatan los rangos tan amplios que todavía hoy mantienen las principales instituciones en sus previsiones para el año en curso. “Y hoy más que nunca estas previsiones son una raya en el agua y no se pueden interpretar como lo hemos hecho tradicionalmente”.

Otro rasgo de esta crisis, según Iturriaga, es la velocidad a la que se suceden las cosas. “De hecho, nos encontramos en una situación un tanto esquizofrénica en la que los malísimos datos del segundo trimestre conviven con indicadores adelantados que anticipan una recuperación nunca vista. Los plazos se miden por semanas. La percepción que tenemos hoy de las cosas no tiene nada que ver con la que teníamos hace un mes, y probablemente tenga poco que ver con la que podamos tener en unas semanas”.

El gestor de Abante también destaca en su carta que el hecho de que no haya culpables en esta crisis ha permitido una respuesta sin precedentes, tanto por el lado de la política monetaria como de la fiscal. “Tanto el volumen de la respuesta como el alcance de las medidas han sorprendido gratamente. Más allá de que la pronta respuesta por parte de los bancos centrales ha permitido reconducir los mercados en tiempo récord, probablemente sea la respuesta por el lado de la política fiscal la más trascendente”, sugiere

Cambio de patrón. Javier Ruiz, director de inversiones de Horos

En su carta trimestral, Javier Ruiz destaca un cambio en el comportamiento de las Bolsa. “Hasta la gran corrección de los mercados de este 2020, derivada de la pandemia del covid-19 que tanto ha impactado nuestras vidas, nos encontrábamos en una situación en la que los mercados, aupados por el mismo perfil de compañías grandes y líquidas alcanzaban máximos tras máximos, mientras que el resto de las compañías (cíclicas y menos líquidas) mostraban un nefasto comportamiento en Bolsa”, explica. “Sin embargo, este año la corrección ha sido más generalizada y hemos centrado los esfuerzos en reducir los riesgos de inversión, vendiendo aquellas compañías con una mayor incertidumbre asociada a la parálisis de actividad económica global y al shock de liquidez derivado de esta. Al mismo tiempo, estos meses hemos concentrado la cartera en aquellas empresas excesivamente penalizadas en este entorno”.


Sobre la firma

Más información

Archivado En