Abertis toma el control de RCO, uno de los mayores grupos de autopistas de México
La compañía española paga 1.500 millones por el 51% del capital y el fondo soberano de Singapur, GIC, se hace con otro 20%
El grupo concesionario de infraestructuras Abertis ha comunicado hoy la toma de control de Red de Carreteras de Occidente (RCO), una de las mayores empresas de autopistas de México, empresa de la que controlará el 51,3% del capital. Con una inversión de unos 1.500 millones de euros se trata de la primera gran operación del grupo desde que lo controlan ACS y Atlantia. Y confirma la estrategia en la ...
El grupo concesionario de infraestructuras Abertis ha comunicado hoy la toma de control de Red de Carreteras de Occidente (RCO), una de las mayores empresas de autopistas de México, empresa de la que controlará el 51,3% del capital. Con una inversión de unos 1.500 millones de euros se trata de la primera gran operación del grupo desde que lo controlan ACS y Atlantia. Y confirma la estrategia en la nueva etapa de Abertis: foco en las autopistas y ampliar negocios en otros mercados ante el estancamiento en Europa, especialmente España donde sus concesiones están llegando en algunos casos al fin del contrato.
El pasado año RCO obtuvo unos ingresos de unos 400 millones de euros, un beneficio bruto operativo (ebitda) de 300 millones y acumula una deuda de 2.000 millones.
La compañía dirigida por Francisco Aljaro ha decidido abrir el prometedor mercado mexicano y entrar en Estados Unidos, uno de los objetivos que perseguía desde hace años y que, pese a participar en diferentes concursos públicos, no ha acabado de cuajar. La adquisición de RCO, que ya se intentó en el pasado y fracasó por la negativa de Goldman Sachs a vender al precio ofrecido por Abertis, complementa la gestión de autopistas que ya tiene en Chile, Brasil, Puerto Rico, Colombia y Argentina.
Los activos del operador mexicano suman 876 kilómetros de autopista en cinco concesionarias que gestionan ocho autopistas. La red es una de las más importantes en México y se ubica en la región centro occidental del país. Conecta el principal corredor industrial (El Bajío) con las dos mayores ciudades del Estado (Ciudad de México y Guadalajara). Fuentes de la compañía valoran que son ejes estratégicos para la movilidad del país, lo que ha provocado, por ejemplo, que su afectación durante la crisis de la covid-19 haya sido inferior al resto. Con su adquisición, que se materializa a pesar de la actual crisis, Abertis suma una cartera de 8.600 kilómetros de autopistas y alarga la vida media de estas concesiones.
Inversiones por 300 millones
La toma de control va aparejada con un compromiso de inversión en el futuro que RCO adoptó en febrero y que tendrá un coste de unos 300 millones de euros a cambio de prolongar la concesión durante seis años.
En la operación mexicana Abertis va de la mano de GIC, el fondo soberano de Singapur. Entre ambos inversores toman el 70% de la compañía mexicana. Finalmente, Abertis asume un paquete mayor al previsto en octubre, cuando comunicó la existencia de un acuerdo. Esa decisión se debe a que accionistas minoritarios formados por fondos de pensiones mexicanos han vendido un 2,3% adicional al de Goldman Sachs.
La empresa española ha financiado la operación con una combinación de efectivo y de préstamos a medio y largo plazo ya existentes. Así, confía en que no tendrá impacto en el grado de inversión que le otorgan las calificadoras, toda vez que las agencias de rating ya tenían descontada la transacción y el colchón de liquidez de 4.400 millones de euros que tiene la compañía.
Tras el cierre de la compra, los resultados de la Red de Carreteras de Occidente consolidarán globalmente en las cuentas del Grupo Abertis. La adquisición, además, permite a la compañía alargar la vida media de su cartera de concesiones.