Caídas en Wall Street tras augurar el presidente de la Reserva Federal una recuperación más lenta de lo previsto
Jerome Powell asegura que “se necesitará más apoyo fiscal” para salir de la crisis provocada por el coronavirus
Los casi tres billones de dólares que el Congreso de Estados Unidos ha destinado a mitigar los efectos en la economía de la pandemia del coronavirus no serán suficientes. Así lo ha advertido Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, que ha asegurado que “se necesitará más apoyo fiscal” para superar una crisis de la que el país tardará en recuperarse más de lo que inicialmente se estimaba. Las palabras de Powell han provocado inquietud en los inversores: los principales índices de Wall Street han cerrado la jornada con caí...
Los casi tres billones de dólares que el Congreso de Estados Unidos ha destinado a mitigar los efectos en la economía de la pandemia del coronavirus no serán suficientes. Así lo ha advertido Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, que ha asegurado que “se necesitará más apoyo fiscal” para superar una crisis de la que el país tardará en recuperarse más de lo que inicialmente se estimaba. Las palabras de Powell han provocado inquietud en los inversores: los principales índices de Wall Street han cerrado la jornada con caídas. El Dow Jones se dejaba un 2,1% y el S&P perdía un 1,6%, en una señal de que empieza a remitir la confianza en una pronta recuperación de la economía, que había producido unas subidas en los mercados que no se correspondían con los malos indicadores en la economía real que se suceden en estas últimas semanas.
“Hay un sentimiento creciente de que la recuperación puede ser más lenta de lo que nos gustaría, pero llegará”, ha señalado Powell, durante una ponencia virtual organizada por el Instituto Peterson de Economía Internacional. “Eso quiere decir que los legisladores tendrán que hacer más”.
Desde el comienzo de la crisis hace apenas dos meses, el Congreso ha destinado ya importantes ayudas, por valor de un 14% del Producto Interior Bruto del país, a los hogares, empresas y administraciones públicas. Se trata, ha recordado Powell, de “la mayor y más rápida respuesta aprobada ante cualquier recesión en la posguerra”. “Pero, por grande que sea, no será el último capítulo”, ha advertido.
“Asistimos a una caída grave de la actividad económica y del empleo, y casi todas las ganancias del mercado laboral de la pasada década han desaparecido”, ha explicado Powell. La tasa de desempleo en Estados Unidos, que en febrero estaba en un 3,5%, el mínimo en 50 años, alcanzó en abril el 14,7%, el valor más alto desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
El camino por delante, según el gobernador del banco central, “es altamente incierto y está sujeto a riesgos significativos”. Powell ha reconocido que en estas circunstancias redoblar el apoyo fiscal puede ser costoso, pero en el largo plazo los beneficios, ha señalado, “serán también sustanciales”. “Merecerá la pena si ayuda a evitar un daño económico a largo plazo y nos deja con una recuperación más sólida”, ha asegurado.
La Reserva Federal respondió con agresividad a los primeros envites de la crisis. Recortó la tasa de interés a entre el 0% y el 0,25%, lanzó un plan de compras de deuda por valor superior a los dos billones de dólares e incluso anunció la concesión de préstamos de emergencia, respaldada por el Tesoro. Pero Powell ha reiterado que la Fed no contempla llegar a los tipos negativos. “La visión sobre los tipos negativos no ha cambiado, no es algo que estemos considerando”, ha concluido.