El real brasileño pierde la carrera contra el coronavirus
El Banco Central brasileño intensifica la venta de reservas para equilibrar la depreciación de la moneda, la más golpeada entre los países emergentes
Por primera vez en la historia del real brasileño, el cambio superó los 5 reales por dólar esta semana, aplastado por la pandemia del coronavirus. Tras días de pánico en los mercados financieros, que obligaron a seis paradas automáticas de negociaciones en la Bolsa de São Paulo, la moneda estadounidense salto del 4,78 reales el jueves de la semana pasada hasta los 5,22 el último miércoles. Hasta...
Por primera vez en la historia del real brasileño, el cambio superó los 5 reales por dólar esta semana, aplastado por la pandemia del coronavirus. Tras días de pánico en los mercados financieros, que obligaron a seis paradas automáticas de negociaciones en la Bolsa de São Paulo, la moneda estadounidense salto del 4,78 reales el jueves de la semana pasada hasta los 5,22 el último miércoles. Hasta el lunes, la moneda brasileña, creada en 1994, acumulaba una depreciación de 21,11% desde enero de 2020. En comparación con otras divisas de los países emergente, con la única excepción del rublo (-23,40%), el real es hoy la que más se ha depreciado en el presente año, seguida del peso colombiano (-20,08%) y del peso mexicano (-20,55%).
Aunque el refuerzo del dólar en todo el mundo responde a la aversión al riesgo del mercado por la propagación del Covid-19, el real sufría bastante antes de que el coronavirus se convirtiera en la mayor preocupación mundial. Una de las explicaciones son los constantes recortes del tipo de interés brasileño de los últimos años. La reducción a cotas mínimas históricas ha hecho que muchas inversiones de corto plazo se tornen menos atractivas para los inversores extranjeros, que antes se beneficiaban de las tasas más altas en Brasil. La nueva realidad ha provocado la fuga de gran parte del dinero especulativo, devaluando el real. Este miércoles, ante el impacto extra de la pandemia, el Banco Central de Brasil anunció un nuevo recorte de la tasa de interés, que bajó del 4,25% para el 3,75%.
Para proteger el tipo de cambio, y una economía débil que depende de insumos importados, el Banco Central brasileño ha realizado algunos movimientos para equilibrar la depreciación de la moneda brasileña. La semana pasada, la entidad vendió 7.200 millones de dólares al contado a los agentes financieros. En la práctica, significa que el Gobierno “quemó” parte de sus reservas internacionales, que actualmente suman 367.000 millones de dólares, para sostener el precio del real frente al dólar. A efecto de comparación, durante todo el segundo semestre de 2019 el Banco Central vendió unos 5.500 millones de dólares en subastas para equilibrar el cambio.
Los tiempos ahora son otros, con ansiedad e incertidumbre en los mercados, lo que ha exigido medidas más radicales. “Las reservas sirven para eso. Cuando se viven épocas de bonanza, como la del boom de comodities en 2011 y 2012, se acumulan reservas para una situación de crisis”, dice el economista Silvio Campos, de Tendências Consultoria. “Esa es una munición que se usa en momentos de dificultad, y estamos usando solo una parte de las reservas” evalúa.
João Luiz Mascolo, profesor de la Facultad Insper, coincide en que las reservas están a niveles cómodos, puesto que representan casi tres veces la deuda externa brasileña. Pero, ante un panorama de incertidumbre por delante, considera que vender ese ahorro “es una temeridad”. “No es prudente gastar reservas en un país que no goza de una confianza internacional grande, en el que no hay confianza en las reformas ni certezas sobre las políticas del futuro”, explica. Sin embargo, Mascolo entiende que el Banco Central seguirá esa dirección, preocupado también con la presión sobre la inflación y las importaciones.
Como en todos los países, el equipo económico del Gobierno de Jair Bolsonaro trata de buscar salidas de emergencia para evitar que el coronavirus termine por provocar una recesión este año. La previsión de crecimiento en 2020 ha caído entre los mayores bancos del país, que ahora proyecta una subida del PIB 1,68%. A inicio de año la expectativa era 2,30%. “Antes incluso del coronavirus, el Gobierno no se tomó en serio las reformas económicas”, dice el profesor João Luiz Mascolo.
Mascolo teme que, ante la presión de una crisis global y de sus necesidades electorales, el Gobierno elimine el límite de los gastos fiscales. Este miércoles, el ministro de Economía, Paulo Guedes, se rindió al coronavirus y avisó que la meta fiscal de este año queda suspendida. Evandro Buccini, director de Renta Fija, una gestora de inversiones en Rio Bravo, observa que el Gobierno no ha gestionado bien la reforma administrativa, necesaria para la eficiencia del Estado, y generó una crisis con el Parlamento, con el que necesita trabajar en conjunto, antes de la epidemia. Estos errores de praxis empeoraron el ambiente político, que ya estaba tenso. “A los que ven a Brasil desde fuera, todo esto les parece muy raro, y aquí dentro también genera una gran incertidumbre”, explica.
Silvio Campos, de Tendências Consultoria, coincide en que los problemas domésticos pesan en la devaluación del real y recuerda que, más allá del coronavirus y de la política, el derrumbe del precio de las commodities, principalmente el petróleo, también influye en esa ecuación. “Las monedas que están vinculadas al petróleo [como Brasil, por Petrobras] sufren, como el real brasileño”, explica.