Berlín ofrece liquidez ilimitada a las empresas para mitigar el impacto del coronavirus
El Gobierno alemán pone en marcha un programa de garantías de la banca pública sin precedentes
Poner sobre la mesa el armamento financiero pesado para paliar el impacto económico del coronavirus. El Gobierno alemán ha prometido liquidez ilimitada a las empresas que ejerza de escudo protector ante la debacle en ciernes. La magnitud de la medida, en un país con aversión a la deuda y reverencia por el déficit cero da una idea de la gravedad de la crisis desatada por el coronavirus.
El parón de la vida económica decretado para frenar la propagación del virus ha provocado la adopción de medidas extraordinarias por parte del Ejecutivo de Berlín, decidido a “hacer todo lo necesario”, en...
Poner sobre la mesa el armamento financiero pesado para paliar el impacto económico del coronavirus. El Gobierno alemán ha prometido liquidez ilimitada a las empresas que ejerza de escudo protector ante la debacle en ciernes. La magnitud de la medida, en un país con aversión a la deuda y reverencia por el déficit cero da una idea de la gravedad de la crisis desatada por el coronavirus.
El parón de la vida económica decretado para frenar la propagación del virus ha provocado la adopción de medidas extraordinarias por parte del Ejecutivo de Berlín, decidido a “hacer todo lo necesario”, en palabras de la canciller, Angela Merkel, que ha considerado las medidas presentadas hoy “inéditas en la historia de Alemania”.
Los ministros de Finanzas, Olaf Scholz, y el de Economía, Peter Altmaier anunciaron el viernes un programa de garantías de la banca pública para préstamos ilimitados. “No hay un tope máximo”, aseguró Scholz en conferencia de prensa en Berlín. “Nuestro país se enfrenta a una situación muy seria”, añadió Scholz, quien calificó de “bazuca” la medida. Altmaier aseguró que se trata del paquete de garantías “mayor y más efectivo que ha habido nunca en una crisis”.
La primera economía europea está, como el resto, afectada de lleno por la crisis del coronavirus. Las ferias internacionales, los comercios, el turismo, las fábricas, pequeñas y medianas empresas se resentirán. Pero además, la alemana es una economía especialmente vulnerable, por estar enfocada a la exportación y depender del comercio global. El parón de su producción ante la falta de componentes que vienen de fuera o la caída de la demanda exterior supone un duro golpe que los políticos tratan de aliviar con medidas extraordinarias.
A Berlín le salva sin embargo contar con un amplio margen presupuestario, al contrario que otros países. En un primer momento, según explicó Altmaier, los avales para los créditos para las empresas permitirán disponer de liquidez a corto plazo ante la caída de ingresos. Si el impacto del virus se agudiza, las medidas se profundizarán y ampliarán y se contemplarán también recortes fiscales. Las beneficiarias serán empresas grandes y pequeñas, de todo tipo.
Un volumen total de 500.000 millones en créditos podrían ponerse a disposición de las necesidades de la economía alemana. Si esa cifra no es suficiente, se reforzará. “Este plan no va a fallar por falta de recursos o de voluntad política”, dijo Altmaier, en una comparecencia que recordó a la de 2008, cuando Merkel prometió garantizar los depósitos privados en plena crisis financiera.
El Gobierno alemán ha aprobado también un plan de apoyo a las empresas que tengan que reducir el número de horas trabajadas. El llamado kurzarbeit ya fue utilizado con éxito en el país durante los años de la crisis financiera y en 2009 se acogieron a ella más de un millón de trabajadores, sin que los salarios se resintieran demasiado. El sistema alemán establece que la agencia de empleo estatal financia hasta el 60% de la pérdida neta de salario causada por la reducción de horas trabajadas. Ahora ese sistema se amplía.
Las medidas fueron bien recibidas por los empresarios. “El paquete en su conjunto es una señal importante que las empresas alemanas ahora necesitan”, ha dicho Eric Schweitzer, presidente de las Cámaras de Industria y de Comercio (DIHK).
Más allá de las fronteras alemanas, Scholz defendió “flexibilidad fiscal” para los socios europeos con problemas de endeudamiento y prometió el respaldo de su Gobierno.