París exige que la fusión Renault-Fiat no afecte a los trabajadores franceses

El presidente de Renault viaja a Tokio para discutir con Nissan y Mitsubishi, sus otros aliados

El ministro japonés de Economía, Hiroshige Seko, y su par francés, Bruno Le Maire, la semana pasada en París ERIC PIERMONT (AFP)

Mientras el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, llegaba este martes a Tokio a discutir con sus socios de la Alianza, Nissan y Mitsubishi, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, le recordaba públicamente las condiciones del Gobierno de Emmanuel Macron para dar su visto bueno a una fusión del gigante galo con la ítalo-americana Fiat-Chrysler Automobiles (FCA). Unos requisitos que pasan, ante todo, por garantizar que el proyecto que busca crear el tercer grupo mundial del sector del automóvi...

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Mientras el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, llegaba este martes a Tokio a discutir con sus socios de la Alianza, Nissan y Mitsubishi, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, le recordaba públicamente las condiciones del Gobierno de Emmanuel Macron para dar su visto bueno a una fusión del gigante galo con la ítalo-americana Fiat-Chrysler Automobiles (FCA). Unos requisitos que pasan, ante todo, por garantizar que el proyecto que busca crear el tercer grupo mundial del sector del automóvil no afecte a los trabajadores de Renault en Francia y que se respeten también los términos de la Alianza.

La principal condición —y hay cuatro innegociables, según Le Maire— es “la defensa de los intereses nacionales” mediante la “preservación de empleos y fábricas”. Algo que exige la garantía de que “habrá cero cierres de plantas en Francia”, dijo en la emisora RTL. El Ejecutivo francés también quiere que le garantice que en la dirección del nuevo grupo “los intereses franceses estén bien representados”, pese a que el responsable de la cartera de Economía reconoció que la nueva alianza haría caer la participación del Estado en Renault de 15 a 7,5%.

Además, Le Maire dijo que quiere el compromiso de Senard acerca de que cualquier fusión con Fiat incluya la garantía de que se seguirá participando en la iniciativa de baterías eléctricas en la que colabora con Alemania. Finalmente, agregó el ministro, la operación de fusión “entre iguales” deberá realizarse “en el marco de la alianza entre Renault y Nissan”, forjada en 1999.

Según dijo el directivo de Renault nada más llegar a Tokio para una reunión periódica de la Alianza con el gigante automotor japonés, el acercamiento a Fiat puede ser bueno para los aliados nipones.

“Discutiré sobre lo que es bueno para Renault y Nissan”, dijo Senard en el aeropuerto de Haneda, al sur de la capital japonesa, en declaraciones a periodistas recogidas por Efe. Y “los últimos eventos son buenos para la Alianza”, agregó Senard, para quien tanto Nissan como Mitsubishi “tendrán bastantes ventajas por estas noticias”.

Su par de Nissan, Hiroto Saikawa, se declaró el lunes “abierto a cualquier debate con vistas a fortalecer la Alianza”, según el diario económico Nikkei.

Para Le Maire, cuyo Gobierno ya se declaró la víspera “favorable” a una fusión con Fiat, esta constituye “una bella oportunidad para Renault y para la industria automovilística europea. Al fin y al cabo, señaló, es un sector que afronta “los desafíos tecnológicos más importantes desde los que tuvo que afrontar a comienzos del siglo XX, como las baterías eléctricas o los vehículos autónomos”. Unos desafíos que requerirán inversiones multimillonarias difíciles de afrontar de forma individual. “Hay que reunir las fuerzas de la industria automovilística”, resumió. “El proyecto de fusión debería permitirle a Renault y a Fiat realizar esas inversiones y figurar entre los constructores de automóviles más eficaces”.

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