Adolfo Domínguez reduce las pérdidas un 92% en 2018 y roza la rentabilidad

La firma textil gallega consigue su primer resultado operativo positivo en siete años gracias a la reducción de gastos en tiendas y personal

Tienda de Adolfo Domínguez en Barcelona facilitada por la empresa.

Adolfo Domínguez parece ver la luz al final del túnel. La firma textil gallega redujo en el ejercicio 2018 (de marzo de 2018 a febrero de 2019) sus pérdidas, que, por primera vez en siete años serían beneficios si no hubiese impuestos y depreciaciones. La mejora de la rentabilidad se debe fundamente al menor nivel de gasto fruto de la reestructuración de la empresa (reducción de tiendas y personal y unificación de las marcas), puesto que las ventas descendieron ligeramente, hasta 111,9 millones de euros (-1,6%).

Adriana Domínguez, la hija del diseñador que da nombre a la empresa, está c...

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Adolfo Domínguez parece ver la luz al final del túnel. La firma textil gallega redujo en el ejercicio 2018 (de marzo de 2018 a febrero de 2019) sus pérdidas, que, por primera vez en siete años serían beneficios si no hubiese impuestos y depreciaciones. La mejora de la rentabilidad se debe fundamente al menor nivel de gasto fruto de la reestructuración de la empresa (reducción de tiendas y personal y unificación de las marcas), puesto que las ventas descendieron ligeramente, hasta 111,9 millones de euros (-1,6%).

Adriana Domínguez, la hija del diseñador que da nombre a la empresa, está consiguiendo dar la vuelta a las cuentas de la firma desde que se hizo cargo de la dirección (2017) y como consejera delegada (mayo de 2018). Tras varios años de crisis y de pérdidas abultadas, los resultados comenzaron a mejorar en 2017.

No obstante, según ha informado a la CNMV, AD facturó el año pasado 111,7 millones de euros, un 1,6% menos que los 113,9 de 2017. La ligera caída de ventas se debe fundamentalmente al cierre de puntos de venta: hoy tiene 391 puntos de venta, 81 menos que el año pasado y 153 menos que hace cuatro años. De hecho, la empresa señala que las ventas comparables, sin aperturas, cierres o reformas de locales y sin efecto divisa, crecen un 10,6% respecto a 2017. En 2018, según la información aportada por la empresa, las ventas comparables en España se mantuvieron por encima de las registradas por la media del sector textil.

Esa misma reducción de la infraestructura sirve para mejorar la rentabilidad y las pérdidas netas se reducen a medio millón de euros, frente a 6,9 millones hace un año. Mejora el margen bruto, del 57% al 57,7%, se reducen los gastos operativos un 5,4%, con lo que el resultado operativo antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda) resulta positivo, 1,2 millones. Es el primer Ebitda positivo en siete años. En su comunicación al regulador bursátil Adolfo Domínguez afirma que el aumento de la rentabilidad se debe "principalmente a la productividad de las tiendas y a la disminución de los gastos operativos tras el proceso de optimización de la red comercial". La cotización de las acciones de la firma se revalorizó el 50,7% durante el ejercicio, pasando de 4,99 euros por acción a 7,52.

Bajo la dirección de Adriana, la empresa realizó entre el año pasado y el anterior una profunda reestructuración para darle la vuelta al negocio, que entró en pérdidas en 2012, muy afectado por la crisis. Como otras cadenas de moda, la transformación consistió fundamentalmente en el cierre de tiendas para concentrarse en locales más grandes y vistosos (flagships) en zonas de mayor afluencia de público, principalmente en el centro de las ciudades, lo que requirió el despido de más de medio centenar de sus 1.300 empleados. Además, unificó en una sola, con el nombre del fundador, las tres marcas que operaba (AD, U y Adolfo Domínguez).

Era un proceso de simplificación necesario tras varios años de pérdidas, en las que la empresa se estrenó en el ejercicio en 2011, con 4,7 millones de euros. En ese año las ventas fueron de 166,9 millones, ya un 6,8% menos que el año precedente. Desde ese año, los números se fueron torciendo ejercicio tras ejercicio. Solo en 2015 obtuvo beneficios, pero fue por la venta de un edificio en Barcelona por 45 millones de euros, que sirvió para maquillar las cuentas, que volvieron al rojo en 2016 y 2017, aunque ya en vía ascendente.

El adelgazamiento de la red comercial tiene como resultado, actualmente, un parque de 391 tiendas en 23 países, frente a las 544 con las que contaba al cierre de 2015. De ellas, 188 (el 48%) en España. El resto se reparte por México (137, 125 de ellas en México), Asia y Oceanía, (43) y África y Oriente Próximo (9). Las tiendas internacionales coparon tres de cada cuatro nuevas aperturas en 2018.

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