CaixaBank recorta su beneficio un 24,3% en el primer trimestre

El grupo achaca la caída a una reducción de los resultados extraordinarios respecto a 2018

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, este martes.Kai Försterling (EFE)

CaixaBank sufrió en el primer trimestre del año un recorte de su beneficio neto del 24,3%, que situó en los 533 millones de euros. El grupo bancario que dirige Gonzalo Gortázar explica esa caída por un empeoramiento de los resultados extraordinarios respecto a 2018, vinculados especialmente a la venta de Repsol. El recorte también se explica por ajustes contables en BFA (Banco Fomento de Angola) y por la revalorización de la participación de BPI (Banco Portugués de Inversión) el pasado año. Esos tres factores supusieron un impacto negativo de 19...

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CaixaBank sufrió en el primer trimestre del año un recorte de su beneficio neto del 24,3%, que situó en los 533 millones de euros. El grupo bancario que dirige Gonzalo Gortázar explica esa caída por un empeoramiento de los resultados extraordinarios respecto a 2018, vinculados especialmente a la venta de Repsol. El recorte también se explica por ajustes contables en BFA (Banco Fomento de Angola) y por la revalorización de la participación de BPI (Banco Portugués de Inversión) el pasado año. Esos tres factores supusieron un impacto negativo de 193 millones de euros en la cuenta de resultados de la entidad hasta marzo. Los mercados recibieron los resultados con órdenes de venta para CaixaBank: sus títulos se desplomaban un 3,8% a las 11.50 y lideraban las pérdidas de un Ibex que caían un 0,46% a esa hora.

El margen de intereses de la entidad creció un 2,9%, hasta los 1.237 millones de euros. Las comisiones netas, en cambio, se contrajeron un 2,2%. En conjunto, el negocio bancario de CaixaBank ganó un 0,9% respecto a los primeros tres meses de 2018, según el hecho relevante remitido este martes a la CNMV. El negocio bancario aportó 415 millones a los resultados del grupo, mientras que las participaciones ofrecieron 60 millones y la filial portuguesa BPI otros 58 millones.

El banco reconoce que los gastos de administración y de amortización han crecido un 4,7% a causa del aumento del plan de transformación de la red. Esos cambios son, entre otros, los que están detrás de un plan para reducir la plantilla en 2.157 personas, que está actualmente en negociación con los sindicatos.

Gortázar, durante la rueda de prensa para presentar los resultados del primer trimestre, ha reconocido la caída de la rentabilidad de la entidad, pero la ha enmarcado en un contexto de operaciones no recurrentes del grupo. El primer ejecutivo del banco ha admitido también que el ratio de eficiencia de CaixaBank empeoró en los tres primeros meses del año, aunque lo ha vinculado al coste de "los incrementos salariales [pactados con los sindicatos] y la transformación de la red". Ha vinculado esos impactos con la negociación laboral con la plantilla para recortar empleos a través de prejubilaciones, de la que, por primera vez, ha deslizado una fecha objetivo para alcanzar un pacto: mediados de este mes de mayo.

Durante el primer trimestre del año, los recursos gestionados de clientes crecieron un 3,1%, alcanzando los 369.463 millones de euros. CaixaBank asegura que se han recuperado los mercados en los primeros meses del ejercicio. El crédito bruto se situó, en cambio, en los 226.432 millones, un 0,8% más

El ratio de morosidad mejoró en 13 puntos básicos y se situó en el 4,6%. Los saldos dudosos son de 10.983 millones de euros, con un ratio de cobertura del 54%. Tras la venta de activos adjudicados en el último año, esa cifra se sitúa en 813 millones, 4.997 millones menos que hace un año. La capitalización del banco se sitúa en el 11,6% (CET1).

Defensa del sector bancario

Dos días después de la cita electoral del pasado domingo, Gortázar ha evitado insinuar sus preferencias sobre los acuerdos entre formaciones para el nuevo Gobierno. Pero sí que ha realizado una cerrada defensa del sector financiero cuando se le ha preguntado sobre la posibilidad de crear un impuesto para la banca, tal y como planteó Podemos en la campaña como forma de resarcir al Estado de las aportaciones que tuvo que realizar para salvar diferentes entidades financieras.

El ejecutivo de CaixaBank ha exigido no generalizar y ha subrayado la existencia de un grupo de entidades, básicamente las que continúan operando, que han efectuado una aportación neta durante la crisis para salvar a reducir el agujero creado por otras entidades. "Las entidades que a día de hoy operan en el mercado no son las responsables de haber recibido ayudas. Ese es el caso de CaixaBank", ha dicho, para defender que la entidad catalana ha contribuido con 4.700 millones de euros entre las devoluciones acordadas de preferentes de Banca Cívica, las aportaciones a la Sareb y las contribuciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo Único de Resolución. "No tiene sentido que seamos responsable de los errores y la mala gestión de las entidades que han desaparecido. No se lo recordamos suficientemente a la sociedad", ha concluido.

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