ACS estudia sacar a Bolsa su negocio de renovables con un valor estimado de 2.000 millones

La mayoría de los proyectos provendrían de Cobra, la filial con la cual el grupo entró en el negocio fotovoltaico en 2017

Sede corporativa del Grupo ACS.

ACS ha confirmado este jueves que estudia la creación de una filial para el desarrollo de activos de energías renovables y sacarla a cotizar a Bolsa. La compañía señaló en un comunicado que esta iniciativa pretende facilitar el desarrollo de proyectos de energía en condiciones de precio “muy competitivas”, contribuyendo a la reducción de emisiones en línea con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda Global 2030. La mayoría de los proyectos provendrían de la filial Cobra y su valor podría alcanza...

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ACS ha confirmado este jueves que estudia la creación de una filial para el desarrollo de activos de energías renovables y sacarla a cotizar a Bolsa. La compañía señaló en un comunicado que esta iniciativa pretende facilitar el desarrollo de proyectos de energía en condiciones de precio “muy competitivas”, contribuyendo a la reducción de emisiones en línea con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda Global 2030. La mayoría de los proyectos provendrían de la filial Cobra y su valor podría alcanzar los 2.000 millones.

En 2015, el grupo que preside Florentino Pérez reunió sus activos renovables en la compañía cotizada Saeta Yield, que se convirtió en la primera yieldco (una empresa para distribuir dividendos) europea de activos energéticos en cotizar en el mercado español. En el marco de esta operación, ACS acordó con varios fondos gestionados por GIP la venta de hasta el 24,4% de Saeta. Sin embargo, en febrero del pasado año el fondo canadiense Brookfield lanzó una opa sobre el 100% de la compañía a 12,20 euros que supuso la salida de ACS y GIP del accionariado, en el que controlaban el 24,2% y el 24,01% del capital.

La estrategia inicial de crecimiento de Saeta se centraba en el acuerdo que tenía con ACS, que le proporcionaba acceso preferencial a la compra de los activos energéticos que poseía en aquel momento o desarrollara en el futuro.

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A través de Cobra, el grupo constructor y de servicios irrumpió en el mercado de renovables ganando 1.500 megavatios (MW) fotovoltaicos sobre un total de 4.000 MW en la subasta que el Gobierno del PP realizó en julio de 2017. La entrada de Cobra, que fue el principal adjudicatario de la subasta, supuso una sorpresa en el sector, que no esperaba una irrupción tan fuerte. En esa subasta, Endesa (a través de Enel Green Power), Naturgy (entonces Gas Natural Fenosa) y Forestalia fueron los otros vencedores, con un total de casi 900 MW entre los tres.

El año pasado, por otra parte, ACS vendió la planta fotovoltaica que tenía en Mula (Murcia) al fondo canadiense Nortleaf por más de 300 millones. Esa planta formaba parte de las concesiones obtenidas en la subasta de 2017.

El grupo ACS obtuvo un beneficio neto de 915 millones en 2018, lo que arroja un incremento del 14,1 % respecto al ejercicio anterior, gracias a la contribución de Abertis con 175 millones de euros desde el mes de junio y al negocio internacional.

Al cierre de la sesión de este jueves, las acciones de ACS se anotaron una subida en Bolsa del 2,69% hasta los 40,5 euros por acción. Desde comienzos de año, la compañía se ha revalorizado un 21,3%. El mercado recibió positivamente esta información, dada a conocer antes del cierre de mercado.

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