Análisis

Radiografía de las caídas

Desde 2008 las Bolsas no comenzaban un cuarto trimestre de manera tan adversa. Aunque la economía mundial sigue mostrando datos de actividad positivos, las señales de un menor dinamismo, pero, sobre todo, el incremento de las incertidumbres políticas, han deteriorado el sentimiento. Desde finales de septiembre, mercados a nivel global se dejan cerca de un 10%. Tras un periodo de complacencia, en que la Bolsa americana se había mantenido al margen de las caídas, el cambio de sentimiento ha sido virulento en Wall Street y en los sectores más cíclicos. La renta variable ha comenzado a poner en pr...

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Desde 2008 las Bolsas no comenzaban un cuarto trimestre de manera tan adversa. Aunque la economía mundial sigue mostrando datos de actividad positivos, las señales de un menor dinamismo, pero, sobre todo, el incremento de las incertidumbres políticas, han deteriorado el sentimiento. Desde finales de septiembre, mercados a nivel global se dejan cerca de un 10%. Tras un periodo de complacencia, en que la Bolsa americana se había mantenido al margen de las caídas, el cambio de sentimiento ha sido virulento en Wall Street y en los sectores más cíclicos. La renta variable ha comenzado a poner en precio algunos de los riesgos que en julio nos parecían ignorados, razón por la que entonces redujimos el posicionamiento en acciones de nuestras carteras.

Las dudas se centran en las tensiones políticas entre la UE, Italia y el Reino Unido, en el deterioro de las condiciones de financiación en algunas economías emergentes y en las tensiones comerciales entre EE UU y China. Cabe destacar que gran parte de estos temores se deben más a los cambios en las políticas económicas, que a un deterioro real de los fundamentales económicos.

Desde nuestro punto de vista, el escenario económico se mantiene. Veremos una economía mundial en ligera desaceleración, con menor sincronización entre las principales regiones, pero que, en conjunto, seguirá en expansión. Aunque el ciclo se encuentra avanzado, el riesgo de una entrada en recesión en los próximos 6/12 meses es reducido, dado que, tanto la confianza de los empresarios a nivel global, como la producción industrial se encuentran todavía en niveles positivos. Adicionalmente, los beneficios empresariales se mantienen fuertes. Incluso en Europa, donde durante los últimos días se han producido decepciones dentro de los sectores de automoción y consumo, los resultados crecerán cerca del 12%. Además, en los últimos dos meses las curvas de tipos de interés han ganado cierta pendiente con subidas de los tipos reales a 10 años en EE UU, lo que no es un indicador de menor crecimiento futuro. Todo ello, nos ratifica en la postura de que no estamos ante el final del ciclo alcista del crecimiento mundial y de las Bolsas.

Si la tendencia no ha cambiado, y estamos ante una corrección normal dentro del ciclo alcista, ¿cómo se ha comportado el mercado estadounidense en correcciones pasadas? La primera conclusión es que los episodios de caídas dentro de una tendencia alcista, como la actual, no son inusuales. A lo largo de este ciclo, que ya acumula casi 10 años, se han producido 10 caídas superiores al 5%, que de media han sido del 9,3%, muy similares a la actual. Pero hay otra conclusión a destacar: la estabilización y recuperación posterior no es inmediata. El proceso hasta mínimos suele durar nueve semanas. Una vez alcanzados, el mercado suele tardar 11 semanas en recuperar los niveles máximos previos. Por ello, es previsible que las próximas semanas todavía sigan marcadas por la volatilidad.

Joan Bonet es director de estrategia de Banca March

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