La Seda eleva sus pérdidas un 85% en el primer semestre del año

El grupo, en concurso de acreedores, pierde 73 millones hasta junio tras reducir ingresos

Los resultados de La Seda de Barcelona continúan cayendo en picado. En el primer semestre, durante el que presentó el concurso voluntario de acreedores, su cifra de negocio cayó un 19%, hasta los 505 millones de euros, y sus pérdidas se dispararon un 85%, hasta encaramarse a los 73 millones de euros.

La evolución del negocio se mantiene como antes. Las ventas en España cayeron un 15%, mientras que las exportaciones, que suponen el 81%, se contrajeron otro 19%. El Ebitda recurrente del grupo ascendió a 21,5 millones hasta junio, un incremento que la compañía ha atribuido al mejor comport...

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Los resultados de La Seda de Barcelona continúan cayendo en picado. En el primer semestre, durante el que presentó el concurso voluntario de acreedores, su cifra de negocio cayó un 19%, hasta los 505 millones de euros, y sus pérdidas se dispararon un 85%, hasta encaramarse a los 73 millones de euros.

La evolución del negocio se mantiene como antes. Las ventas en España cayeron un 15%, mientras que las exportaciones, que suponen el 81%, se contrajeron otro 19%. El Ebitda recurrente del grupo ascendió a 21,5 millones hasta junio, un incremento que la compañía ha atribuido al mejor comportamiento de la división química, las mejoras en la eficiencia productiva de la división de 'packaging' y la reducción general de los costes de estructura.

En todo caso, La Seda afirma en el informe remitido a la CNMV que la comparable los resultados de 2012 y 2013 a causa de una aportación no dineraria del negocio industrial del PET realizada a favor de Artenius en 2012.

Estas son las primeras cuentas que presenta La Seda después de la tumultuosa junta de accionistas del pasado mes de junio, en la que el principal accionista, BA Vidro, retomó el control y volvió a la presidencia Carlos Moreira da Silva, una vez fulminado del cargo José Luis Morlanes, que lo asumió de forma interina. Con esa decisión, La Seda rompió el preacuerdo de refinanciación cerrado con el primer acreedor, el fondo buitre Anchorage, y optó por presentar el concurso de acreedores ante su incapacidad de afrontar un crédito sindicado de 235 millones de euros.

Los planes diseñados por Moreira para La Seda pasan ahora por la venta de la división química, incluidas las plantas de El Prat de Llobregat y Tarragona, y mantener el negocio de los envases, más rentable.

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