La UE planea incentivos financieros a los países que apliquen las reformas exigidas

Los Estados de la eurozona deberán firmar un contrato que recoja sus compromisos

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. EFE

La Unión Europea sopesa premiar con "incentivos financieros" a los países de la eurozona que apliquen las reformas exigidas para mejorar su competitividad. Los miembros de la región deberán poner su compromiso por escrito, firmando un contrato con Bruselas donde se recojan estas medidas, según el borrador del informe que prepara el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para la cumbre del 18 y 19 de octubre.

El documento, que en realidad es una lista que recoge superficialmente una lista de buenos deseos, aboga por estudiar la puesta en marcha de "incentivos financieros limi...

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La Unión Europea sopesa premiar con "incentivos financieros" a los países de la eurozona que apliquen las reformas exigidas para mejorar su competitividad. Los miembros de la región deberán poner su compromiso por escrito, firmando un contrato con Bruselas donde se recojan estas medidas, según el borrador del informe que prepara el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para la cumbre del 18 y 19 de octubre.

El documento, que en realidad es una lista que recoge superficialmente una lista de buenos deseos, aboga por estudiar la puesta en marcha de "incentivos financieros limitados, temporales, flexibles y selectivos" y recoge propuestas para corregir los fallos estructurales de la unión económica y monetaria.

Para reforzar la integración económica en la eurozona, según Van Rompuy, hay que avanzar en paralelo en la creación de "mecanismos para evitar evoluciones presupuestarias insostenibles" y en "mecanismos de solidaridad presupuestaria, por ejemplo a través de una capacidad fiscal presupuestaria adecuada". El presidente del Consejo Europeo ha sugerido también la posibilidad de crear un presupuesto para la eurozona.

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La redacción del borrador, sin embargo, es necesariamente vaga ya que Van Rompuy ha tenido cuidado de acomodar todas las posiciones de todos los estados miembros, desde la presión alemana por implantar normas más estrictas a la postura de Francia, reacia a ceder demasiada autoridad rápidamente a Bruselas, y las miles de inquietudes de países más pequeños como Estonia.

Los diplomáticos ya están restando importancia a la posibilidad de que se produzcan grandes avances en la cumbre, ya que se cree que los países expondrán sus posiciones y determinarán dónde se pude progresar con mayor facilidad.

En cualquier caso, el documento apuesta porque en las conclusiones de la cumbre de octubre figurará un llamamiento para "acelerar el trabajo sobre las propuestas legislativas para un mecanismo supervisor único de forma prioritaria" para que estén listas a finales de año. Además de la unión bancaria, los líderes deberán hablar del mercado único, de un presupuesto centralizado para la eurozona y de un fondo único de resolución bancaria. Eso siempre y cuando los problemas de España y la necesidad de edificar un corgafuegos eficaz contra la crisis no monopolice el debate.

La creación de un supervisor único a partir del Banco Central Europeo (BCE) es la condición para la recapitalización directa de la banca española, pero en las últimas semanas Alemania —con el apoyo de Holanda y Finlandia— ha cuestionado tanto los plazos como el carácter retroactivo de esta decisión.

"Es duro no tener compasión hacia varios ministerios de Finanzas europeos que tendrán que navegar entre todas esas propuestas e integrarlas en un conjunto coherente", ha comentado Alex White, economista de JP Morgan en Londres, en una nota de análisis el miércoles. "El siguiente gran momento en el que todo esto se discutirá de nuevo es la cumbre de líderes europeos (...) Otro compromiso a las 4 de la mañana podría conllevar una confusión real", ha añadido en referencia a las últimas experiencias vividas en las cumbres europeas.

Tras leer el documento de Van Rompuy en detalle, importantes diplomáticos lo describieron como una hoja de ruta" general para el debate más que un documento para conseguir nuevos avances, y dijeron que podría plantear más preguntas que respuestas.

"Detrás de cada uno de los puntos a discutir, está la base para una disputa amplia entre Alemania y Francia, Finlandia y España, Irlanda y Alemania y prácticamente cualquier país que quiera mencionar", ha dicho el diplomático. "Podría ser una cumbre interminable", ha añadido.

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