El Kremlin quiere arrogarse el derecho de veto
Putin quiere reformar la fórmula de nombramiento de los gobernadores que él mismo introdujo para poder controlar a los dirigentes provinciales. El jefe de Gobierno no se plantea restablecer las elecciones a gobernador que existían antes, sino más bien un mecanismo híbrido donde lo decisivo sería el "filtro presidencial", es decir, el derecho a veto de los candidatos no deseados por el Kremlin.
Los gobernadores elegidos del pasado se apoyaban en "élites semicriminales" y "nacionalistas", dijo Putin, quien no pudo explicar por qué no destituye o investiga a responsables regionales sospech...
Putin quiere reformar la fórmula de nombramiento de los gobernadores que él mismo introdujo para poder controlar a los dirigentes provinciales. El jefe de Gobierno no se plantea restablecer las elecciones a gobernador que existían antes, sino más bien un mecanismo híbrido donde lo decisivo sería el "filtro presidencial", es decir, el derecho a veto de los candidatos no deseados por el Kremlin.
Los gobernadores elegidos del pasado se apoyaban en "élites semicriminales" y "nacionalistas", dijo Putin, quien no pudo explicar por qué no destituye o investiga a responsables regionales sospechosos de corruptelas y abusos, como el de la Región Marítima, con sede en Vladivostok.
En cuanto a los problemas de las élites semicriminales y nacionalistas, a juzgar por la situación en el Cáucaso no parece que estos se hayan solucionado. En Machajkalá, la capital de Daguestán, ha sido asesinado a tiros esta semana el periodista Jadzhimurad Kamálov, fundador del semanario Chernobyk, que se ha caracterizado por sus valientes artículos en contra de la corrupción y por su crítica de las autoridades locales. El asesinato de Kamálov, frente a la redacción del semanario, es un duro golpe para uno de los pocos bastiones de la libertad de prensa en el Cáucaso.
Al referirse a los ciudadanos rusos de origen caucásico, Putin habló de ellos como si fueran forasteros y se pronunció a favor de hacer más severa la institución del registro o empadronamiento, una formalidad administrativa que no tiene carácter obligatorio, pero que, tal como la interpreta Putin, se parece a la propiska, o mecanismo soviético por el que se regulaban los flujos migratorios a las grandes ciudades. "Putin está amenazando el derecho a la libertad de movimiento de los ciudadanos", afirmó Svetlana Gánnushkina, del consejo asesor de derechos humanos del presidente Dmitri Medvédev.