El puente, desbordado por las masas

Las aceras del centro de Madrid se han convertido en los días festivos de esta semana en el cauce inevitable para los ríos de gente habituales de la temporada navideña. Atraídos por la oferta comercial y la decoración lumínica, madrileños y visitantes se siguen lanzando a la calle pese al clima de crisis. Se compra menos, lamentan los comerciantes, pero el tránsito de escaparate en escaparate se mantiene año tras año. Lo que tampoco decrece es la cola para adquirir lotería en la administración de Doña Manolita, otro elemento fijo del paisaje urbano navideño en el entorno de la Gran Vía. En ...

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Las aceras del centro de Madrid se han convertido en los días festivos de esta semana en el cauce inevitable para los ríos de gente habituales de la temporada navideña. Atraídos por la oferta comercial y la decoración lumínica, madrileños y visitantes se siguen lanzando a la calle pese al clima de crisis. Se compra menos, lamentan los comerciantes, pero el tránsito de escaparate en escaparate se mantiene año tras año. Lo que tampoco decrece es la cola para adquirir lotería en la administración de Doña Manolita, otro elemento fijo del paisaje urbano navideño en el entorno de la Gran Vía. En la fotografía, aspecto que ofrecía ayer la calle Preciados.

CLAUDIO ÁLVAREZ
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