"La L9 me llevaría a casa en seis minutos"
Seis minutos. Ese es el tiempo que William Aredo tardaría en ir de su casa al trabajo si toda la L9 del metro prestara servicio. Este peruano de 39 años trabaja como portero en un edificio de la calle de Mandri. Desde la recepción ha sido testigo de excepción de las obras. Un inmenso pozo ilustra el parón en la construcción y concentra las quejas de los vecinos. A bordo de un autobús, Aredo tarda media hora en llegar a casa. Repite el recorrido cuatro veces al día. Si la L9 existiera, estaría a seis estaciones de Campus Sud.
En abril, la Generalitat ordenó detener la construcción de las...
Seis minutos. Ese es el tiempo que William Aredo tardaría en ir de su casa al trabajo si toda la L9 del metro prestara servicio. Este peruano de 39 años trabaja como portero en un edificio de la calle de Mandri. Desde la recepción ha sido testigo de excepción de las obras. Un inmenso pozo ilustra el parón en la construcción y concentra las quejas de los vecinos. A bordo de un autobús, Aredo tarda media hora en llegar a casa. Repite el recorrido cuatro veces al día. Si la L9 existiera, estaría a seis estaciones de Campus Sud.
En abril, la Generalitat ordenó detener la construcción de las estaciones del tramo central. Aún quedan por ejecutar 2.380 millones de euros de la obra. Cuando se complete, la usarán 350.000 personas al día. "Si se llega a hacer algún día, me servirá mucho", concluye.