Comienza el juicio del 'caso Marta' sin rastro del cuerpo

Cuando en el invierno de 2009 la desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo conmocionó a la opinión pública, Miguel Carcaño, Samuel Benítez y Javier García eran dos adolescentes de 19 años y un menor de 15. Los tres mantenían una amistad tan estrecha que supuestamente habían sido capaces de acabar con la vida de la joven (Carcaño en solitario o con la ayuda del menor, según las versiones), ayudar al asesino a esconder su cuerpo y fingir durante tres semanas que la buscaban. Casi tres años después del crimen, nada queda de aquella amistad y Miguel Carcaño y Samuel Benítez son dos adu...

Cuando en el invierno de 2009 la desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo conmocionó a la opinión pública, Miguel Carcaño, Samuel Benítez y Javier García eran dos adolescentes de 19 años y un menor de 15. Los tres mantenían una amistad tan estrecha que supuestamente habían sido capaces de acabar con la vida de la joven (Carcaño en solitario o con la ayuda del menor, según las versiones), ayudar al asesino a esconder su cuerpo y fingir durante tres semanas que la buscaban. Casi tres años después del crimen, nada queda de aquella amistad y Miguel Carcaño y Samuel Benítez son dos adultos capaces de cruzarse en un pasillo sin intercambiar una mirada.

La Audiencia de Sevilla acogió ayer la primera sesión del juicio a los cuatro adultos acusados de la violación, muerte y desaparición de Marta, cuyo cuerpo todavía no ha sido hallado. Benítez se sentó delante, compartiendo banco con los también acusados Javier Delgado, hermano de Carcaño, y María García, la novia de Delgado. Detrás, Carcaño, el asesino confeso, escoltado por dos policías y para el que el fiscal pide 52 años de cárcel. No se miraron, no intercambiaron ni un saludo ni un reproche.

Tras una procelosa instrucción, ayer se iniciaron las 20 sesiones en las que 90 testigos y 15 peritos declararán ante el tribunal. Hoy y mañana será el turno de los cuatro imputados.

Sentencia absolutoria

La vista oral está marcada por la sentencia absolutoria que un juez de menores dictaminó sobre Javier García, El Cuco, al que absolvió del asesinato y violación de Marta, y que le aparta de un relato del crimen que es la espina dorsal de la acusación del fiscal y la particular, ejercida por la familia de la víctima. De este modo, existe la posibilidad de que se dicten dos sentencias contradictorias sobre un mismo caso. La condena de El Cuco se redujo a una pena de tres años de internamiento por encubrimiento e ignoró el testimonio de Carcaño como prueba clave.

La primera sesión del juicio fue breve. Durante dos horas, las partes expusieron al tribunal las alegaciones, en forma de cuestiones previas, y este suspendió la vista oral para estudiarlas hasta hoy. La defensa de la familia de Marta planteó a los magistrados que estudien elevar al Tribunal Constitucional una cuestión de inconstitucionalidad de la Ley del Menor al haber provocado dos juicios paralelos para un mismo crimen: uno para el entonces menor El Cuco y otro para los cuatro adultos. Mientras, la defensa de Javier Delgado, acusado de encubrir el crimen, afirmó que las escuchas de las llamadas telefónicas, que se oirán hoy en el juicio, son ilegales porque no respetaron las garantías jurídicas. La fiscalía discrepó porque los pinchazos "no vulneran derecho alguno".