La cultura 'manga' invade Casa Asia

Una exposición explica la relación entre los cómics y el Japón de la posguerra

Según los estudios, no hay país en el mundo donde personas de todas las edades y condiciones sociales mantengan una relación tan estrecha y empática con sus mascotas de ficción como en Japón. Esta afición arranca en los oscuros años que siguieron a la II Guerra Mundial, cuando el Japón derrotado buscaba nuevos símbolos y referencias para recomponerse, y los encontró en mascotas como Astro Boy y Ultraman, héroes positivos de un mundo en busca de una nueva identidad. El contexto histórico que favoreció la aparición y el desarrollo del fenómeno manga con todas sus implicaciones, culturales...

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Según los estudios, no hay país en el mundo donde personas de todas las edades y condiciones sociales mantengan una relación tan estrecha y empática con sus mascotas de ficción como en Japón. Esta afición arranca en los oscuros años que siguieron a la II Guerra Mundial, cuando el Japón derrotado buscaba nuevos símbolos y referencias para recomponerse, y los encontró en mascotas como Astro Boy y Ultraman, héroes positivos de un mundo en busca de una nueva identidad. El contexto histórico que favoreció la aparición y el desarrollo del fenómeno manga con todas sus implicaciones, culturales, sociológicas y económicas, es el tema de la exposición Japón: paraíso de las mascotas, en Casa Asia.

Personajes tan conocidos como Mazinger Z, Doraemon, Evangelion o los Pokemon protagonizan la exposición, que incluye esculturas de las mascotas más representativas de cada década, aunque muchas abarcan varias, como Hello Kitty, de 1970, que inició la cultura kawai (mono, gracioso, en japonés), palabra que define toda una forma de ser y pensar basada en la exaltación de la infancia, que se suele identificar con las colegialas sexy de falda plisada y calcetines largos, con ojos grandes y asombrados. Para ofrecer una idea del impacto que esta cultura ha generado en el plano económico, la exposición reproduce la habitación de una adolescente nipona, fan del famoso gatito totalmente inexpresivo, con todos los productos derivados: desde las toallas a galletas y de útiles escolares a champú. "Cada gobierno local e institución pública o privada tiene una mascota representativa y su existencia simbólica a veces sobrepasa la visibilidad de los propios líderes humanos", explica Menene Gras, directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia, que ha integrado la exposición en un intenso programa educativo destinado a las escuelas. También hay talleres de dibujo sobre los secretos del manga y el anime, que enlazan la sensibilidad contemporánea y las tradiciones mitológicas.

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