El porno también es cosa de ellas

El Salón Erótico de Barcelona ofrece películas orientadas a las mujeres - Internet es una plataforma para conocer este cine

El Salón Erótico de Barcelona era ayer por la tarde un hervidero de cámaras, tacones y vibradores. Como es tradicional en este evento, que hoy cierra sus puertas en la Fira de Cornellà, los hombres eran mayoría entre los 12.000 visitantes que hasta el cierre de esta edición habían pasado por el recinto. Sin embargo, el público femenino se anima cada vez más a asistir. La proporción, en contra de la creencia popular, es de siete hombres por tres mujeres, y va al alza, aseguran desde la organización. Ellas están cada vez más entre el público, y su papel no se queda en ser el plato fuerte del esp...

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El Salón Erótico de Barcelona era ayer por la tarde un hervidero de cámaras, tacones y vibradores. Como es tradicional en este evento, que hoy cierra sus puertas en la Fira de Cornellà, los hombres eran mayoría entre los 12.000 visitantes que hasta el cierre de esta edición habían pasado por el recinto. Sin embargo, el público femenino se anima cada vez más a asistir. La proporción, en contra de la creencia popular, es de siete hombres por tres mujeres, y va al alza, aseguran desde la organización. Ellas están cada vez más entre el público, y su papel no se queda en ser el plato fuerte del espectáculo sobre las tarimas. También van a la búsqueda de productos para ellas.

"No me interesa la calidad de la imagen de la penetración, busco más lograr transmitir la sensación de intimidad". El que habla es Conrad Son, director de cine triple equis barcelonés y pionero del porno en catalán. Desde 2004, ha rodado cuatro películas orientadas especialmente al público femenino. Y lo que graba, asegura, responde a la idea de que el ojo femenino ve lo erótico de una manera completamente distinta.

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A Conrad Son se le reconoce por ser el artífice de Les excursionistes calentes (1999), la primera cinta de la terra y que tenía como escenario la sierra del Cadí. La trama no es difícil de seguir. Un director porno que se topa con un grupo de excursionistas... Su propuesta ha virado ahora hacia satisfacer el público femenino, aunque sin dejar que la senyera se escape del trasfondo.

Amantres, su nueva producción que verá la luz el próximo año, es un blogmovie, una propuesta a caballo entre el documental y el reality autograbado por los mismos actores. Es el diario de la convivencia de un trío conformado por dos mujeres, una de La Llagosta (Vallès Oriental), otra de L'Escala (Alt Empordà) y Conrad. Son ofrece escenas en Internet y la audiencia puede comentarlas e influir en la trama.

"La mujer busca la naturalidad. Tienes que cuidar mucho los detalles", explicó Conrad Son, algo que implica tener cuidado, sobre todo cuando los presupuestos no son elevados. El negocio funciona, asegura el productor.

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"Las mujeres son aún más reacias a pagar por el porno que los hombres", añade Totó García, director y responsable de la página pornoaburrirse.com, otro de los 50 expositores del salón. Internet ha ayudado a que la mujer explore más el territorio. "El ordenador es la puerta de acceso a muchas cosas que antes temerías consultar", explica Maite, una de las asistentes. Tiene 32 años y vino con su marido, Pere, de 40. Viven en El Prat. "No me van las cosas muy explícitas, pero hay pelis que hacen que te enrolles", relató la mujer.

¿Qué buscan ellas en el porno? El estereotipo masculino no se aplica al público femenino, ellas quieren sexo pero también sentirse queridas. "E identificadas", añadió Conrad Son. "La clave está en llevarlas a que se enamoren del hombre que está en la pantalla. Esa sensibilidad es la que compra".

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