Crítica:

Austero regreso sin pasiones

En su libro sobre los fundamentos del individualismo metodológico, Egonomics (Gedisa, 1997), Jon Elster incluyó a modo introductorio un esbozo de autobiografía intelectual a la que decidió titular (con evidente autoironía) Going to Chicago..., tomando en préstamo el título de un célebre blues que cantaba Jimmy Rushing para la big band de Count Basie. Pero la trayectoria trazada por el célebre filósofo noruego no era desde la esclavitud del delta del Misisipi hasta el empleo asalariado en el gueto de Chicago sino desde la fe romántica en el idealismo marxista que le ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En su libro sobre los fundamentos del individualismo metodológico, Egonomics (Gedisa, 1997), Jon Elster incluyó a modo introductorio un esbozo de autobiografía intelectual a la que decidió titular (con evidente autoironía) Going to Chicago..., tomando en préstamo el título de un célebre blues que cantaba Jimmy Rushing para la big band de Count Basie. Pero la trayectoria trazada por el célebre filósofo noruego no era desde la esclavitud del delta del Misisipi hasta el empleo asalariado en el gueto de Chicago sino desde la fe romántica en el idealismo marxista que le hizo peregrinar a la Sorbona hasta la razón neoclásica del análisis económico que le convirtió en un Chicago Boy. Una carrera, la de Elster, que ha pasado de refundar el marxismo analítico e imponer la teoría de juegos como modelo estratégico de racionalidad interactiva a establecer una nueva ontología tridimensional de la realidad social, hecha tanto de acciones e interacciones racionales como de normas sociales (instituciones) y emociones cognitivas (irreductibles al cálculo racional). Pues bien, ahora Elster acaba de coronar lo que bien pudiera ser la última etapa de su carrera, pues este libro pretende ser un compendio metodológico de los fundamentos analíticos de las ciencias sociales. Para ello parte de una célebre obra anterior, precisamente titulada Tuercas y tornillos (1989, traducción: Gedisa, 2003), en la que propuso sustituir la gran teoría generalizadora, que pretendía explicar toda la realidad social (como todavía había aspirado Elster a hacer refundando el marxismo analítico), por una simple caja de herramientas metodológicas dedicadas a explicar los procesos y los mecanismos que articulan el espacio-tiempo de la realidad social. De esto modo Elster venía a continuar la tarea emprendida medio siglo antes por el sociólogo Robert Merton, cuando propuso rechazar la gran teoría sistemática (el funcionalismo de Parsons) para sustituirla por simples "teorías de alcance medio". Pues bien, ahora Elster retoma su libro de hace 20 años para reescribirlo de modo más extenso incluyendo los nuevos avances en la neurociencia de las razones y de las emociones como gramática motora del comportamiento humano, identificando así los microfundamentos analíticos que articulan acciones, interacciones e instituciones. Es el nuevo código fuente de la sociología analítica y por extensión de las ciencias sociales del siglo XXI. Y lo único que cabe reprochar a esta etapa final del sendero recorrido es que por el camino Elster se ha dejado gran parte de su contagioso apasionamiento inicial, para dejar traslucir ante todo una melancólica sensación de austeridad y escepticismo.

La explicación del comportamiento social. Más tuercas y tornillos para las ciencias sociales

Jon Elster. Traducción de Horacio Pons

Gedisa. Barcelona, 2011

506 páginas. 29,90 euros

Archivado En