Clesa pacta el despido de 361 empleados en Madrid

Las 361 personas que trabajan en una de las fábricas del conglomerado de Nueva Rumasa, en bancarrota, van a perder su empleo. La administración concursal de la firma Clesa, que asumió la gestión de la compañía tras la suspensión de pagos, y los representantes sindicales han acordado el expediente de regulación de empleo (ERE) para todo el personal de la factoría de Madrid, según informó a Europa Press el portavoz de CC OO en el comité de empresa, Luis Muñoz.

El acuerdo contempla una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope máximo de una anualidad. El plazo para ejecutar e...

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Las 361 personas que trabajan en una de las fábricas del conglomerado de Nueva Rumasa, en bancarrota, van a perder su empleo. La administración concursal de la firma Clesa, que asumió la gestión de la compañía tras la suspensión de pagos, y los representantes sindicales han acordado el expediente de regulación de empleo (ERE) para todo el personal de la factoría de Madrid, según informó a Europa Press el portavoz de CC OO en el comité de empresa, Luis Muñoz.

El acuerdo contempla una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope máximo de una anualidad. El plazo para ejecutar esta anualidad es de seis meses. Para ello, se cuenta con una dotación máxima de 27.000 euros del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), mientras que el resto del total será abonado por la administración del concurso.

Clesa cuenta con otras tres plantas: Helados Royne en Leganés, la de Bascones del Agua en Burgos y la de Caldera de Reyes en Pontevedra. La plantilla de Royne también afronta un ERE extintivo.

El pasado 24 de junio, el Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ordenó a la compañía láctea abandonar de manera inmediata su sede central en la calle del Cardenal Herrera Oria, 67, a petición de Metrovacesa, propietaria de los terrenos en los que se encuentran la fábrica y oficinas a través de la sociedad Fuencarral Agrupanorte.

Clesa, la principal empresa del conglomerado de los Ruiz-Mateos, acumula un pasivo de 1.112 millones de euros, casi el triple que su activo, de 304 millones, con lo que el agujero patrimonial suma unos 807 millones.

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