Reflexiones sobre la dimisión de Camps
Nos hemos quedado paralizados mientras escuchábamos a Camps, respiramos menos y casi sentíamos lástima. Nos ha lanzado, a bocajarro, un discurso moralizante, de indignado, donde él es la verdadera víctima. Lo dice con esa pasión de auténtica sinceridad que nos deja con la boca abierta. ¿Se lo creerá? A veces se lo creen.
Me lo imagino reunido con la cúpula de sus asesores: "Pero bueno, y ¿qué digo?", "pues ya sabes, que tú eres muy bueno y que ellos son muy malos, pero sobre todo, que suene sincero". Casi todos nos hemos encontrado con personas que, sabiendo que las pruebas de que mient...
Nos hemos quedado paralizados mientras escuchábamos a Camps, respiramos menos y casi sentíamos lástima. Nos ha lanzado, a bocajarro, un discurso moralizante, de indignado, donde él es la verdadera víctima. Lo dice con esa pasión de auténtica sinceridad que nos deja con la boca abierta. ¿Se lo creerá? A veces se lo creen.
Me lo imagino reunido con la cúpula de sus asesores: "Pero bueno, y ¿qué digo?", "pues ya sabes, que tú eres muy bueno y que ellos son muy malos, pero sobre todo, que suene sincero". Casi todos nos hemos encontrado con personas que, sabiendo que las pruebas de que mienten están a la vista de todos, niegan y niegan. A veces, incluso, tú, que conoces bien los hechos, llegas a dudar si no estarás siendo injusto.
Porque fijaros, él es un héroe, lo hace por España, para que gane el Partido Popular. Para colmo, tenemos que ver el gesto compungido de Pons y Aguirre, diciendo que Camps es tan honrado.
¡Pero qué poco respeto nos tienen!- Montserrat Marcet Cabral. Sant Cugat del Valles, Barcelona.
Y ahora que Camps ha confesado por fin lo que todos sabíamos, hay que preguntarse por el "más que amigo", el juez Juan Luis de la Rúa. El que al frente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia archivó en la Comunidad Valenciana la causa de la trama corrupta que dirigía Francisco Correa y que afecta a altos cargos del PP, ¿seguirá sin más impartiendo "justicia"? Esperemos que al menos sea persona de pocos amigos.- Carlos F. Barberá. Madrid.
Con el folletín que se ha creado en torno al caso de los trajes lo único que hasta ahora queda claro para mí, es que el señor Camps se va... bien vestido. ¡Qué digo, vestido lujoso! Tengo que confesar que no me había dado cuenta de que fuera tan elegantemente caro y que desconocía el interés desaforado por su imagen externa. La verdad, la interna, queda un tanto más descuidada.
También le ayuda en estas difíciles circunstancias el hecho de llamarse Francisco y no Francisca. ¿Se imaginan por un momento que fuera mujer y reconociera que recibió regalos por valor de 55.000 euros sin nada a cambio? ¿Alguien le creería o recibiría comentarios de lo más deshonrosos sobre su persona y posible oficio? En fin, que se ha gastado más de lo que gana una familia tipo española en uno o dos años, solo en un puñado de trajes.- Beatriz Salzberg. Barcelona