Filipinas reta a China en su disputa por las islas Spratley

El creciente poderío económico y militar chino ha provocado inquietud entre sus vecinos asiáticos, que temen que Pekín lo utilice para ganar posiciones en las disputas territoriales en el mar del Sur de China. Pero los países del entorno no están dispuestos a dejarse amilanar. Un grupo de diputados filipinos voló ayer a la isla Thitu (Pagasa, en filipino) -la mayor de las ocupadas por Manila en el archipiélago de las Spratley- para reivindicar la soberanía de Filipinas, a pesar de las advertencias previas de Pekín de que el viaje amenaza la estabilidad regional. Los cinco parlamentarios, acom...

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El creciente poderío económico y militar chino ha provocado inquietud entre sus vecinos asiáticos, que temen que Pekín lo utilice para ganar posiciones en las disputas territoriales en el mar del Sur de China. Pero los países del entorno no están dispuestos a dejarse amilanar. Un grupo de diputados filipinos voló ayer a la isla Thitu (Pagasa, en filipino) -la mayor de las ocupadas por Manila en el archipiélago de las Spratley- para reivindicar la soberanía de Filipinas, a pesar de las advertencias previas de Pekín de que el viaje amenaza la estabilidad regional. Los cinco parlamentarios, acompañados de algunos militares, funcionarios y periodistas, aterrizaron en Thitu en dos aviones privados.

Un pequeño destacamento militar y alrededor de 60 civiles viven en la isla, que tiene una superficie de 37 hectáreas y se encuentra a 450 kilómetros de la isla filipina de Palawan y a 900 kilómetros de la isla china de Hainan.

Pekín y Manila no son los únicos que tienen reivindicaciones en estas aguas. Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también reclaman partes del territorio, aunque el área reivindicada por China -que incluye las Spratley y las islas Paracel- es la mayor: un total de 1,7 millones de kilómetros cuadrados.

La tensión en el mar del Sur de China ha sido uno de los puntos de la agenda de la reunión entre China y la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean, en sus siglas en inglés) esta semana en la isla indonesia de Bali. En ella, los Gobiernos asiáticos, tras expresar su "profunda preocupación" por el conflicto territorial, han anunciado que han llegado a un acuerdo con Pekín sobre las pautas a seguir para cooperar en la disputa.

A pesar del progreso experimentado en Bali, Manila asegura que ha informado a Pekín de que llevará el conflicto territorial a un tribunal de la ONU, algo a lo que se opone China, que prefiere resolver cada desavenencia de forma independiente con el país afectado.

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