Telefónica rebajará su beneficio en 2011 pero mantendrá el dividendo por el ERE
El coste del ajuste de 6.500 empleos ascenderá a 2.700 millones
El coste para Telefónica del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la compañía para un máximo de 6.500 empleados durante los próximos tres años (2011-2013) será de 2.700 millones de euros antes de impuestos, incluyendo el gasto de 350 millones de desempleo que le ahorrará al Estado.
La operadora recogerá el impacto de esta medida en su totalidad en las cuentas de 2011, lo que provocará una caída importante de beneficios y la revisión de sus objetivos. No obstante, la compañía mantendrá su política de dividendos, de 1,75 euros por acción en 2012 y una retribución estable...
El coste para Telefónica del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la compañía para un máximo de 6.500 empleados durante los próximos tres años (2011-2013) será de 2.700 millones de euros antes de impuestos, incluyendo el gasto de 350 millones de desempleo que le ahorrará al Estado.
La operadora recogerá el impacto de esta medida en su totalidad en las cuentas de 2011, lo que provocará una caída importante de beneficios y la revisión de sus objetivos. No obstante, la compañía mantendrá su política de dividendos, de 1,75 euros por acción en 2012 y una retribución estable a partir de ese año.
El impacto en el beneficio neto será considerable. La operadora ganó 10.167 millones de euros en 2010, el mayor reportado por una empresa española, con un incremento del 30,8% respecto a 2009. Pero en esos resultados estaba recogido el efecto contable de la compra de la brasileña Vivo, que ya no aparecerá en los resultados de 2011. Si a eso se le suma la contabilización del impacto del ERE en un solo ejercicio, el resultado se resentirá notablemente.
No obstante, la compañía indica que los resultados los próximos ejercicios "se verán favorecidos por la mayor eficiencia en costes de personal", y que la generación de caja será positiva desde el primer año. Esa circunstancia se explica porque, aunque la provisión se haga toda en las cuentas de 2011, los pagos efectivos se diferirán mes a mes hasta que los trabajadores salientes lleguen a la edad de jubilación. El coste por trabajador que se acoja al ERE será de 415.000 euros. Hasta que se prejubilen, cada uno de los empleados que salga de la empresa recibirá el 68% de su sueldo actual.