Igualdad en Arabia: la ayuda de Internet
Centenares de mujeres de Arabia Saudí se han sumado a una campaña para pedir que se les permita conducir, solas, sin permisos y sin ser insultadas. Llevan varias semanas exigiendo este derecho y lo están logrando. Y no solo eso. Han logrado mover la solidaridad de mujeres y asociaciones en todo el mundo, desde las grandes como Amnistía Internacional, o las no tan grandes como CASM, pero todo suma.
Y en esto ha tenido mucho que ver el ciberespacio. Las nuevas tecnologías han roto las barreras étnicas y geográficas y nos permiten apoyar desde cualquier parte del mundo la causa de las muje...
Centenares de mujeres de Arabia Saudí se han sumado a una campaña para pedir que se les permita conducir, solas, sin permisos y sin ser insultadas. Llevan varias semanas exigiendo este derecho y lo están logrando. Y no solo eso. Han logrado mover la solidaridad de mujeres y asociaciones en todo el mundo, desde las grandes como Amnistía Internacional, o las no tan grandes como CASM, pero todo suma.
Y en esto ha tenido mucho que ver el ciberespacio. Las nuevas tecnologías han roto las barreras étnicas y geográficas y nos permiten apoyar desde cualquier parte del mundo la causa de las mujeres de Arabia Saudí, porque su lucha es la lucha de todos.
Las redes sociales nos están permitiendo recorrer kilómetros en el camino de los derechos humanos: se han colgado vídeos de denuncia en YouTube, muchas mujeres saudíes han relatado sus experiencias en Twitter o Facebook, incluso en el portal Change.org se están recogiendo firmas de apoyo.
Vale que Internet aún tiene sus puntos flacos y fraudulentos -sobre todo en lo que al derecho a la intimidad se refiere-, pero reconozcamos y usemos de la forma más humana posible sus puntos fuertes.
El ciberespacio es más humano de lo que pensamos, menos frío que esos regímenes y religiones que legitiman que se pueda humillar a una mujer dirigiendo sus pasos, sus vestidos, sus derechos. Si se puede participar en foros, plataformas o webs que ayuden a vivir en un mundo más solidario, bienvenido sea Internet.
Las mujeres debemos poder conducir nuestros pasos hacia la libertad, ya sea a pie, en coche o través de la Red. Afortunadamente, lo que no se ha recorrido al volante, se está recorriendo ahora a una velocidad de vértigo bit a bit.