A vueltas con la SGAE
Desde hace algún tiempo se ha extendido una curiosa práctica entre los profesionales de la comunicación: se da por supuesto que cualquier noticia relativa a la Sociedad General de Autores y Editores -la tan traída y llevada SGAE- es cierta sin que, además, sea necesario cumplir los requisitos deontológicos de comprobación de veracidad y contraste de fuentes.
El último episodio lo hemos vivido este mismo martes, cuando la prensa local de Murcia aseguraba que la SGAE pretendía cobrar por un festival benéfico celebrado en Yecla a favor de las víctimas de Lorca. De inmediato, las ediciones...
Desde hace algún tiempo se ha extendido una curiosa práctica entre los profesionales de la comunicación: se da por supuesto que cualquier noticia relativa a la Sociedad General de Autores y Editores -la tan traída y llevada SGAE- es cierta sin que, además, sea necesario cumplir los requisitos deontológicos de comprobación de veracidad y contraste de fuentes.
El último episodio lo hemos vivido este mismo martes, cuando la prensa local de Murcia aseguraba que la SGAE pretendía cobrar por un festival benéfico celebrado en Yecla a favor de las víctimas de Lorca. De inmediato, las ediciones digitales de diferentes diarios, algunas emisoras de radio, así como las principales redes sociales y blogs, repicaron la noticia añadiendo, de cosecha propia, comentarios relativos a la escasa sensibilidad de la entidad de gestión y a su inhumano afán recaudatorio, entre otras lindezas.
Curiosamente, una semana antes la SGAE había notificado a los organizadores que el concierto no generaba derechos de autor y que, por tanto, no estaban obligados a ningún pago. Incluso la presunta víctima -el Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias- suscribió un comunicado conjunto desmintiendo los hechos (www.sgae.es). Ha dado igual, el bulo sigue circulando por la Red; programas como En días como hoy (RNE) o Protagonistas (Punto Radio) y diarios como La Vanguardia han insistido en él un día después. El festival benéfico de Yecla ha pasado a ser ya una nueva leyenda urbana sobre la SGAE. Otra más.