Otra fórmula para el fin de semana

Miles de niños juegan y aprenden en dos concursos de retos matemáticos

¿Es posible reunir a miles de chavales un fin de semana de calor, sol y fútbol en Madrid para resolver problemas matemáticos? Pues sí, aunque parezca sorprendente. El sábado, más de 3.000 estudiantes de toda la comunidad pasaron por las aulas de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense para participar en las pruebas del Concurso de Primavera. El domingo tocó ecuaciones al aire libre, en la V Gincana Matemática Popular. En total acudieron a esta actividad 1.400 personas en Torrelodones, Alcobendas y Hortaleza (Madrid).

Los dos eventos "intentan mostrar a los estudiantes y...

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¿Es posible reunir a miles de chavales un fin de semana de calor, sol y fútbol en Madrid para resolver problemas matemáticos? Pues sí, aunque parezca sorprendente. El sábado, más de 3.000 estudiantes de toda la comunidad pasaron por las aulas de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense para participar en las pruebas del Concurso de Primavera. El domingo tocó ecuaciones al aire libre, en la V Gincana Matemática Popular. En total acudieron a esta actividad 1.400 personas en Torrelodones, Alcobendas y Hortaleza (Madrid).

Los dos eventos "intentan mostrar a los estudiantes y la población en general que es posible disfrutar haciendo matemáticas", según afirma el impulsor y presidente del Concurso de Primavera, Joaquín Fernández, profesor de matemáticas en el Instituto San Juan Bautista (Ciudad Lineal). Las preguntas realizadas son "más divertidas" que las preguntas normales que se hacen en el colegio. Pero también hay que tener una "pizca de ingenio" para dar con la solución, según Inma Conejo, una de los 59 voluntarios que participaron el sábado, la mayoría estudiantes de la Facultad.

"Algunos creen que soy 'friki' con algo bueno", cuenta un alumno de ESO

El concurso consta de una prueba de una hora y media con 25 preguntas de respuestas múltiples. Existen cuatro niveles para las distintas edades, de 10 a 18 años. Cada respuesta correcta se valora en cinco puntos. "Me acuerdo de un par de estudiantes que han conseguido una puntuación perfecta, pero es difícil", dice el presidente.

Los mejores 150 alumnos acudirán este miércoles con sus padres a la entrega de premios en el salón de actos de la facultad. Allí recibirán "un juguete, algún puzle con un toque matemático, como un cubo de Rubik". Y también se conocerán los tres mejores en cada categorías. El fondo para premios este año es de 3.500 euros.

¿Qué piensan los amigos de los concursantes sobre a qué dedican su tiempo libre? Raúl González, que compitió en las olimpiadas españolas de matemáticas en el nivel de bachillerato aunque aún está en 4º de ESO (en el colegio Brains), lo tiene claro: "Algunos creen que soy friki a secas, y otros que soy friki con algo bueno", ríe.

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Los matemáticos tienen fama de ser tímidos, pero Raúl habla con soltura al salir de la prueba. "No ha ido mal. Creo que estaré entre los primeros 150". ¿Y en los primeros tres de su categoría también? "Uy, no sé, esto es otra cosa", responde.

Después de pasar todo el sábado en el concurso, Fernández, el profesor, no quiso perderse la cita del domingo. A las 10 de la mañana estaba en uno de los cinco puestos que formaban la gincana en Torrelodones. La actividad está impulsada por la Escuela de Pensamiento Matemático, ubicada en el pueblo, y promovida por la Comunidad de Madrid. José María Letona, director de la Escuela, está muy satisfecho con la respuesta que han recibido: "Hemos tenido que cerrar las listas", dijo ante la demanda. Solo en Torrelodones han participado 130 equipos de cuatro personas. Había dos competiciones: para los más pequeños (entre siete y 11 años) y para adultos con niños (dos de los integrantes debían tener entre 10 y 14 años).

Lucía María Martin de Soto, de ocho años, que ha venido desde Villalba, explica que es divertido: durante la gincana hay que ir "a cada puesto, en el que te dan un problema que tienes que resolver". Aunque prefiere el lenguaje a los números se ha divertido "muchísimo" y quiere repetir el año que viene.

Además de divertidas, las matemáticas también pueden ser rentables, aunque sea a pequeña escala. El equipo ganador de la competición de los mayores se llevó un cheque de 500 euros de unos conocidos grandes almacenes, un juego de Lego y cuatro comidas gratis en un restaurante, todos donados por las empresas.

Según Inma Conejo, la voluntaria en el concurso, no debe sorprender que las matemáticas atraigan a los jóvenes. "Hay que tener imaginación para solucionar los problemas, pero da mucha satisfacción cuando salen". Y si son divirtiéndose en una gincana, mucho mejor.

José María Letona, director de la Escuela de Pensamiento Matemático, anuncia los premios en la V Gincana en Torrelodones.D. R. N.

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