Dos imputados se niegan a declarar por la fuga de Ascó

Rafa Höhr

Los dos responsables de la central nuclear de Ascó imputados por la fuga radiactiva de 2007 se negaron ayer a declarar ante el juez. El exdirector de la central de Tarragona, Rafael G. P., y el exjefe de servicio de protección radiológica, Francesc G. T., aseguraron que darán explicaciones cuando se presenten las pruebas periciales y los documentos que se han reclamado. Para la ONG Greenpeace, la negativa de los jefes de Ascó a declarar es una prueba más del "secretismo" que aún hoy rodea el incidente ocurrido en Ascó I.

En noviembre de 2007, la central emitió al exterior partículas rad...

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Los dos responsables de la central nuclear de Ascó imputados por la fuga radiactiva de 2007 se negaron ayer a declarar ante el juez. El exdirector de la central de Tarragona, Rafael G. P., y el exjefe de servicio de protección radiológica, Francesc G. T., aseguraron que darán explicaciones cuando se presenten las pruebas periciales y los documentos que se han reclamado. Para la ONG Greenpeace, la negativa de los jefes de Ascó a declarar es una prueba más del "secretismo" que aún hoy rodea el incidente ocurrido en Ascó I.

En noviembre de 2007, la central emitió al exterior partículas radiactivas, pero no informó del suceso hasta el mes de abril del año siguiente. El incidente acarreó la imposición de una multa de 15,39 millones de euros por parte del Ministerio de Industria, la sanción más elevada de la historia nuclear de España. La Fiscalía de Medio Ambiente, además, inició una investigación y acusó a los responsables de un delito contra la seguridad colectiva debido a una "imprudencia grave".

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Además de los jefes de la central que se acogieron a su derecho a no declarar, también están imputados el jefe de explotación, Jordi S. R., y el inspector residente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Antonio G. R. La fiscalía recuerda que se hallaron partículas radiactivas en las orillas del Ebro, en una chatarrería situada a 60 kilómetros de Ascó y hasta en el zapato de un trabajador que salía de la central.

"No sabemos qué pasó"

"Hoy todavía no sabemos la cantidad total de radiactividad que se emitió. Y tampoco conocemos con exactitud cómo ocurrió ni si imprudencias como las que se cometieron son prácticas habituales", lamentó ayer la responsable de la campaña de energía de Greenpeace, Sara Pizzinato, que se mostró "sorprendida" por la decisión de los imputados de "no dar respuestas al juez y a los ciudadanos".

El accidente se produjo, según el fiscal, durante una recarga de combustible. "Siguiendo instrucciones verbales", un trabajador novato vació de forma indebida un recipiente con 50 litros de líquido radiactivo que saltó a la rejilla de aspiración del circuito de ventilación del reactor, propiedad de Endesa. El incidente fue clasificado con el nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares, que va de 0 a 7.

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