Madrid busca su propio festival

El verano arranca fuerte. Parece que Madrid se ha propuesto trasladar su capitalidad también a los festivales, y entre el 18 y el 25 de junio un total de 40 bandas convertirán la ciudad en un gran escenario musical.

Desde el distrito de Arganzuela hasta el de Moncloa, desde el Centro Cultural Matadero hasta la Universidad Complutense de Madrid, y atravesando todo el centro en primavera con conciertos de bandas nacionales.

Tres citas consecutivas. Una que se afianza en su sexta edición y que adquiere dimensiones de festival con la excusa del Día de la Música. Otro acaba de ...

El verano arranca fuerte. Parece que Madrid se ha propuesto trasladar su capitalidad también a los festivales, y entre el 18 y el 25 de junio un total de 40 bandas convertirán la ciudad en un gran escenario musical.

Desde el distrito de Arganzuela hasta el de Moncloa, desde el Centro Cultural Matadero hasta la Universidad Complutense de Madrid, y atravesando todo el centro en primavera con conciertos de bandas nacionales.

Tres citas consecutivas. Una que se afianza en su sexta edición y que adquiere dimensiones de festival con la excusa del Día de la Música. Otro acaba de nacer pero llega con la intención de quedarse y de convertirse en el festival de referencia madrileño. Pretende unir la ciudad con la Universidad Complutense. Se llama DCODE y, además de su vertiente musical, es una propuesta cultural completa que incluye exposiciones, videoarte y nuevas tendencias artísticas.

El Día de la Música se reparte en tres jornadas y se internacionaliza

DCODE persigue ensamblar la ciudad a la Complutense

Ambas propuestas tienen un carácter internacional, con artistas venidos de todo el globo tanto para tocar como para comisariar exposiciones.

Por último, y calentando motores, en plena primavera (entre el 28 de abril y el 2 de mayo), llega el histórico (a la par que diluido) FestiMad, con una retahíla de grupos nacionales que invadirán prácticamente todas las salas de la ciudad.

Madrid no se rinde ni se conforma con ser lugar de paso de macrofestivales como el Rock in Rio o el Primavera Club. Un impulso inquieto y creativo emerge desde dentro y busca su propia identidad.

El Día de la Música Heineken se mantiene en sus trece y apuesta por el talento de los nuevos creadores y los últimos descubrimientos musicales- este año, dos de sus cabezas de cartel son Vetusta Morla y Russian Red-, pero en esta ocasión, además, el foco se abre desde la escena nacional a la internacional e incluye bandas como los brooklynianos The Pains of Being Pure at Heart o el canadiense Ron Sexsmith.

Todos se darán cita en Matadero Madrid el 18 y 19 de junio, anticipando la fiesta europea de la música en un espacio excepcional: cinco escenarios en el mayor centro cultural de la capital, un recinto de más de 140.000 metros cuadrados completamente renovado, en el que se desarrollarán también distintas actividades. El 21 de junio, la celebración se trasladará al Teatro Circo Price, aunque aún no se ha desvelado su contenido (www.diadelamusica.com/2011/)

Y hasta ahí la propuesta patrocinada por Heineken, que pone las entradas de cada día a 15 euros (más gastos de distribución) y ofrece la posibilidad de comprar un abono para los dos días que cuesta 24 (más gastos).

Los de Live Nation, la promotora de conciertos más grande del mundo, han entrado a saco en la Complutense. Coordinados con el Vicerector de Cultura de la Universidad, Manuel Álvarez Junco, están dispuestos a ensamblar la ciudad con el campus. "Desgraciadamente, de la Complutense siempre se conoce lo peor y no lo mejor que tenemos", dice Álvarez, "entre otras cosas, unos espacios estupendos en los que programar toda clase de actividades culturales".

De esta manera, y por el módico precio de 700.000 euros -inversión que hace íntegramente Live Nation, mientras la Complutense cede las instalaciones del Club Deportivo Cantarranas (con capacidad para 25.000 personas) y las instalaciones del Centro de Arte Complutense (C arte C y antigua sede del Museo del Traje)-, la iniciativa privada vuelve a asociarse a lo grande con la universidad pública "con el fin de dinamizarla al máximo", aseguran ambas partes. De la parte de producción técnica se encarga la agencia Soluciones Creativas, con sobrada experiencia en el terreno festivalero.

En este caso, y según explicó Roberto Grima (Live Nation) en la presentación del evento ayer, se trata de "un festival comprometido con los nuevos talentos artísticos", "interactivo", "tecnológico", que "no se circunscribirá a dos días sino que tendrá continuidad durante todo el año", que además de música (Band of horses, Kasabian, The New Raemon o My Chemical Romance, entre otros) "incluirá concursos y actividades culturales" con los estudiantes como protagonistas (como ya ocurre ahora con la iniciativa Intransit, que potencia los nuevos talentos artísticos de la Universidad).

La idea general es crear una macroplataforma cultural que tenga como epicentro la Universidad y como proyección el mundo entero. No es casual que hayan optado por Boris Hoppek, artista multidisciplinar donde los haya, para crear la imagen del festival.

Y por eso también incluye un concepto de exposición que ya se ha ensayado en otras ciudades europeas conocido como Art Barter (arte por trueque) en el C arte C y proyecciones de vídeos de jóvenes creadores, que se proyectarán en el escenario principal.

Las entradas se pondrán a la venta a partir del viernes, con una primera remesa compuesta por 5.000 bonos de dos días a un precio de 60 euros. Según Grima, una vez que se confirme la composición íntegra del cartel (faltan 9 bandas por cerrar), se pondrán a la venta los pases de un solo día (www.dcodefest.com).

Antes de esa semana de junio en la que 40 bandas convertirán la ciudad en un gran festival, el FestiMad (www.festimad.es/11/) calentará los ánimos llenando las salas de conciertos de toda la ciudad con grupos nacionales.