Teatro con mucha Gràcia

Un montaje lleva a los escenarios la fiesta mayor del barrio barcelonés

Cada año, para celebrar la fiesta mayor de un barrio emblemático de la ciudad, se celebra un concurso de adorno de calles. Sus habitantes pasan horas y horas pensando el diseño, consiguiendo los materiales y confeccionando los adornos. Es un trabajo sin ninguna compensación económica en el cual se vuelcan con todas sus fuerzas. En el concurso hay una calle, la de Praga, que siempre queda en segundo lugar, pero este año están decididos a ganar el primer premio pase lo que pase. Y en un pasaje, el de Vimbodí, pequeño y angosto, una familia ha decidido presentarse engalanando ellos mismos su troc...

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Cada año, para celebrar la fiesta mayor de un barrio emblemático de la ciudad, se celebra un concurso de adorno de calles. Sus habitantes pasan horas y horas pensando el diseño, consiguiendo los materiales y confeccionando los adornos. Es un trabajo sin ninguna compensación económica en el cual se vuelcan con todas sus fuerzas. En el concurso hay una calle, la de Praga, que siempre queda en segundo lugar, pero este año están decididos a ganar el primer premio pase lo que pase. Y en un pasaje, el de Vimbodí, pequeño y angosto, una familia ha decidido presentarse engalanando ellos mismos su trocito de asfalto. Se han tirado a la piscina con recursos limitados y tras haber sorteado un sinfín de burocracia administrativa. De esta situación parte el montaje Vimbodí vs. Praga, obra de Cristina Clemente que se estrena esta noche en la Sala Tallers del Teatre Nacional de Catalunya (TNC).

"No hay más secreto que el estudio, el trabajo y el sentido común"

Pero dejando de lado los nombres de las calles, ¿no recuerda a algo muy barcelonés esta historia? Efectivamente, la dramaturga ha escrito la obra inspirándose en las fiestas de Gràcia y en el tradicional certamen de ornamentos que cada agosto llena el barrio de color y alegría.Para escribir la historia, Clemente ha contado con una ayuda muy especial: los vecinos de la calle de Joan Blanques de Baix le explicaron sus vivencias y le descubrieron los intríngulis de la competición. Tanto es así que la escenografía se basa en el local en el que se confeccionan los adornos de esta calle real, con bidones de pintura y materiales esparcidos por doquier. "Me explicaron que, tras tanto trabajo, el día de la fiesta no disfrutan porque tienen que servir en las barras o vigilar los adornos de noche", dice Clemente.

La dramaturga ha partido de la realidad, pero después la ha adaptado a las necesidades de la ficción. En la obra, las dos calles comparten local y, aunque al principio la conviencia transcurre de manera plácida, muy pronto surgirán todo tipo de desencuentros. En el escenario, Anna Moliner encarna a Pilar, la líder de Vimbodí, alguien que según la actriz "se mueve de principio a fin por la ilusión", y Maria Molins da vida a Ariadna, la jefa de la calle de Praga; "busca ser aceptada por el grupo, es la novata", explica la actriz. El reparto se completa con Mercè Boher, Rosa Boladeras, Òscar Castellví, Oriol Genís, Joan Negrié, Àngels Poch y David Vert. "Todos encarnan diversos personajes", señala Sergi Belbel, director del TNC.

Vimbodí vs. Praga forma parte del Proyecto T6, con el que se promociona a jóvenes dramaturgos. La obra se representará hasta el 13 de febrero y, pese a los embrollos de la ficción, Gràcia la espera con ilusión. "Seguro que se representará durante las fiestas del año que viene", dice con humor Guillem Espriu, regidor del distrito.

Una escena del espectáculo sobre el concurso de decoración de calles de las fiestas de Gràcia.DAVID RUANO
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