El PP contra su 'agujero negro'

El partido espera mejorar en las municipales gracias a la debilidad del PSC, la mano dura contra la inmigración y su nueva 'marca blanca'

El Partido Popular tiene su particular agujero negro en Cataluña. Pese a convertirse en tercera fuerza en el Parlament tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de noviembre, la formación arrastra una histórica frustración municipal. Con escasa consolidación en la mayor parte de las áreas urbanas, es incapaz de cosechar un resultado digno en las comarcas alejadas de Barcelona. Con las municipales a la vuelta de la esquina -serán el 22 de mayo-, el PP espera aprovechar el éxito de las autonómicas, en el que obtuvo el mejor resultado por diputados (18) de su historia, para superar e...

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El Partido Popular tiene su particular agujero negro en Cataluña. Pese a convertirse en tercera fuerza en el Parlament tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de noviembre, la formación arrastra una histórica frustración municipal. Con escasa consolidación en la mayor parte de las áreas urbanas, es incapaz de cosechar un resultado digno en las comarcas alejadas de Barcelona. Con las municipales a la vuelta de la esquina -serán el 22 de mayo-, el PP espera aprovechar el éxito de las autonómicas, en el que obtuvo el mejor resultado por diputados (18) de su historia, para superar el escollo municipal.

El objetivo es lograr arraigo en comarcas en las que ni siquiera tiene representación. Solo en el Tarragonès, Barcelonès, Maresme y Baix Llobregat supera la barrera del 10% de los votos. Los de Alicia Sánchez-Camacho van a basar su estrategia en aprovechar las horas bajas por las que pasan los socialistas. Se ofrecerán como alternativa con un discurso de mano dura contra la inmigración ilegal. Para pasar página de la mala imagen que mantiene el partido en muchos feudos nacionalistas y de izquierdas, intentarán captar grupos políticos independientes para que se presenten bajo las siglas del PP o mediante una marca electoral alternativa como hacen socialistas, republicanos y ecosocialistas.

Los populares quedaron sextos en 2007 en número de concejales
Los militantes de fuera de Cataluña serán claves para cerrar listas

Y es que la situación es dramática para un partido que aspira a gobernar España. En las municipales de 2007, el PP obtuvo el 9,87% de los votos y 284 concejales. En número y porcentaje de papeletas, ese resultado lo situó como la cuarta fuerza en Cataluña. Pero por ediles, su presencia bajó hasta la sexta plaza, por detrás de Convergència i Unió, el Partit dels Socialistes, Esquerra, Iniciativa y las formaciones independientes. En 12 comarcas el partido se quedó sin representación.

La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, ha recorrido el territorio desde que en 2008 se hizo con el control de la formación. Ha renovado estructuras locales y provinciales, y ha apuntalado la presencia en algunos pueblos inaugurando una veintena de sedes locales. "Queremos crecer en cuanto a representación y número de alcaldías. Queremos ser decisivos", asegura Pere Calbó, secretario de Organización del PP catalán. Pese a esa convicción, la formación está presente solo en 34 gobiernos locales y ocupa menos de una decena de alcaldías.

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Las dificultades en el territorio se repiten cuando toca confeccionar las listas. En 2007, el PP presentó 545 candidaturas, pero con serias complicaciones en poblaciones pequeñas, en las que tuvo que enrolar militantes del resto de España. "Tenemos problemas históricos en algunos sitios, aunque como todos los partidos", minimiza Calbó, que no descarta repetir los fichajes de militantes, las llamadas listas fantasma elaboradas con militantes de otras provincias. "Intentamos que las candidaturas respondan a la realidad del territorio. Pero esto no quiere decir que en algún caso concreto se puedan complementar con personas de fuera, aunque es una anécdota sin importancia", asegura Calbó.

La formación concretará las listas las próximas semanas. Para aumentar el número de candidaturas, sopesa una fórmula que le ha ido bien a la izquierda catalana: presentar una marca blanca en ciertos municipios, unas siglas alternativas que computen para el resultado global y garanticen presencia en localidades sin sitio para el PP: "Estamos estudiando esta posibilidad a fondo. Hay gente que se siente cercana al partido, comparte unas ideas y unos valores, pero en determinados municipios puede ser aconsejable presentarse con una fórmula que otras formaciones ya han utilizado", reconoce Calbó.El secretario de Organización cree, además, que con el retroceso que sufrieron las izquierdas el 28-N, algunos alcaldes pueden cambiar de siglas y presentarse con el PP. La mala racha del PSC también podría ser clave para que el PP lograra un buen resultado en Badalona, quizá incluso la alcaldía.

Todo el partido está volcado en encarar con mayores garantías unos comicios que tienen una doble cara para el PP catalán. Por una parte, el auge en las autonómicas. Por otra, las amenazas de partidos que van extendiendo sus redes municipales. Uno de ellos es Plataforma per Catalunya, de discurso xenófobo. La formación, que en 2007 se hizo fuerte en Osona y logró cierta implantación en otras comarcas, como el Bages y el Baix Penedès, ha ampliado su presencia en estos cuatro años. Calbó resta importancia al peligro de Plataforma per Catalunya y apostilla: "Los resultados marcan una tendencia al alza que nos puede ayudar a acelerar nuestra implantación".

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