¡Viva el musical!

Director intenso y gesticulante, pianista personalísimo, presentador de un programa educativo de la CBS, Leonard Bernstein (Massachusetts, 1918-Nueva York, 1990) fue, quizás por encima de todo, compositor. Conjugó sin complejos lo clásico y lo popular. Sumó el jazz a sus raíces judías y el dodecafonismo. Imaginativo y ecléctico, escribió sinfonías, óperas y hasta una misa, pero el gran público lo recordará por las deliciosas melodías de Maria, America o I feel pretty, de la obra West side story.

"Estoy muy satisfecho de servir de unión entre la cultura y su v...

Director intenso y gesticulante, pianista personalísimo, presentador de un programa educativo de la CBS, Leonard Bernstein (Massachusetts, 1918-Nueva York, 1990) fue, quizás por encima de todo, compositor. Conjugó sin complejos lo clásico y lo popular. Sumó el jazz a sus raíces judías y el dodecafonismo. Imaginativo y ecléctico, escribió sinfonías, óperas y hasta una misa, pero el gran público lo recordará por las deliciosas melodías de Maria, America o I feel pretty, de la obra West side story.

"Estoy muy satisfecho de servir de unión entre la cultura y su vulgarización", bromeaba ante las críticas por cultivar un género considerado menor como el teatro musical. Otro maestro de lo culto y lo ligero fue el neoyorquino George Gershwin (Nueva York, 1898-California, 1937) de Un americano en París.

A estos dos creadores, y a otros ilustres del musical, dedica un concierto de homenaje la Sinfónica de Chamartín y el coro Talía, con Silvia Sanz a la batuta. Jueves 30, a las 19.30 en el Auditorio Nacional.