Pons, el 'poli malo' de Rajoy contra Rubalcaba

El portavoz reaviva la teoría de la conspiración para atacar al vicepresidente

Durante la anterior legislatura, que la mayoría de los dirigentes clave del entorno de Mariano Rajoy considera fallida tras la derrota de 2008, los dos principales portavoces del partido, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, repetían cada semana una coletilla: "Queremos saber la verdad, toda la verdad". Se referían sobre todo al 11-M, pero también a otras cosas.

Fue la legislatura de la crispación. Rajoy llegó a la conclusión de que políticamente no funcionó, porque ese discurso duro animó el voto anti-PP que dio la victoria al PSOE. Así que cambió de tercio en el congreso de Valencia, puso ...

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Durante la anterior legislatura, que la mayoría de los dirigentes clave del entorno de Mariano Rajoy considera fallida tras la derrota de 2008, los dos principales portavoces del partido, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, repetían cada semana una coletilla: "Queremos saber la verdad, toda la verdad". Se referían sobre todo al 11-M, pero también a otras cosas.

Fue la legislatura de la crispación. Rajoy llegó a la conclusión de que políticamente no funcionó, porque ese discurso duro animó el voto anti-PP que dio la victoria al PSOE. Así que cambió de tercio en el congreso de Valencia, puso caras nuevas, suavizó su discurso y se concentró en evitar polémicas.

Pero algo ha cambiado. Rajoy está cada vez más fuerte internamente gracias a los excelentes resultados de las encuestas. Y ha decidido no descuidar el flanco del sector duro. Por eso, el líder del PP, que controla el discurso de su partido y ha repartido los papeles de su dirección entre blandos y duros, envió ayer a su portavoz, Esteban González Pons, al que le ha tocado el de duro, a lanzar ante la prensa una catarata de ataques contra Alfredo Pérez Rubalcaba que le llevaron a recuperar incluso esa frase tan asociada a la teoría de la conspiración: "Hay documentación retenida sobre el 11-M. Creemos que el Ministerio del Interior debe dar toda la información. Tenemos la vocación de que la verdad sea revelada, en este caso también".

El endurecimiento del discurso del PP coincide con Rajoy en 'El Gato al agua'

El portavoz del PP hizo una especie de resumen entre las informaciones de La Gaceta y El Mundo de los últimos días, las puso todas juntas en el debe de Rubalcaba, y lanzó un monográfico de acusaciones. Primero, que ha espiado a los controladores aéreos. "¿Qué derechos fundamentales se han recortado a los controladores? ¿Qué papel juega el CNI en la crisis de los controladores?". Después, sobre el caso Faisán. "Quedan muchas explicaciones que dar. Tapar el caso Faisán no hace mejores a los políticos que cometieron el chivatazo". Luego, el caso Malaya, y por fin, el 11-M.

Este endurecimiento del discurso coincide con la decisión de Rajoy -que se prodiga poco en entrevistas y que no ha concedido ni una sola rueda de prensa en Génova en 2010-, de acudir anoche al programa El Gato al agua, de Intereconomía, conocido por las posiciones extremas que allí se expresan y que han provocado parodias en otras televisiones.

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González Pons centró tanto el tiro en Rubalcaba, del que llegó a decir que "los españoles tenemos un presidente que se ha convertido en el de los recortes sociales y un presidente in péctore al que le gusta caminar por el lado oscuro de las leyes", que los periodistas le preguntaron varias veces si el PP considera que es el único rival en el PSOE o trabaja ya con la hipótesis de que sea el candidato socialista en 2012. Dijo que no, que lo hacen porque parece que solo trabaja él en el Gobierno.

En el reparto de papeles, Soraya Sáenz de Santamaría se ocupa del lado amable y busca el voto de centro, Dolores de Cospedal cubre el ala más derechista, centrada en la lucha contra ETA o asuntos relacionados con la moral, como el aborto. Y González Pons es el policía malo especializado en lanzar todo tipo de teorías de la conspiración con un fin: responder a los ataques de Rubalcaba contra Rajoy y machacar su imagen, no en vano es el ministro mejor valorado de Zapatero. Rajoy sigue pensando que no será el sucesor, pero el PP quiere eliminar cualquier potencial que tenga Rubalcaba para recuperar la imagen del Gobierno.

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