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El pequeño zorro pone la oreja

Hace rato que notó la presencia de la cámara: con esas enormes orejas, el feneco o zorro del desierto detecta a las presas incluso dentro de sus escondrijos.

Hace rato que notó la presencia de la cámara: con esas enormes orejas, el feneco o zorro del desierto detecta a las presas incluso dentro de sus escondrijos. Esa cabecita que asoma de la arena podría recordar al perro semihundido que pintó Goya. La imagen se tomó al atardecer en las dunas de ...

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Hace rato que notó la presencia de la cámara: con esas enormes orejas, el feneco o zorro del desierto detecta a las presas incluso dentro de sus escondrijos.

Hace rato que notó la presencia de la cámara: con esas enormes orejas, el feneco o zorro del desierto detecta a las presas incluso dentro de sus escondrijos. Esa cabecita que asoma de la arena podría recordar al perro semihundido que pintó Goya. La imagen se tomó al atardecer en las dunas de Erg Chebbi (al sureste de Marruecos , junto a Merzouga), de 150 metros de alto y 15 kilómetros de largo. El lugar fascinó al fotógrafo: "Aproveché la ondulación, con muy poca profundidad de campo, para desenfocar las dunas y crear esa especie de bruma naranja". Es difícil encontrar a un feneco: con 40 centímetros de largo, apenas un kilo de peso y un pelaje que le camufla. La cola larga y lanosa le sirve para abrigarse y dormir enroscado.

Solo sale de caza por la noche. Pero, con suerte, algunos vecinos de los pueblos los usan de mascotas, caso del que se ve en la fotografía.

Agencias como Tuareg (www.tuaregviatges.es) organizan rutas de ocho días, de Marrakech a Erg Chebbi, por 985 euros.

El feneco o zorro del desierto en las dunas de Erg Chebbi, en MarruecosJUAN CARLOS MUÑOZ

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