Retrato de un barrio en la piscina

Un cortometraje rodado bajo el agua gana el festival de Ciudad de Alcalá

Andaba con tanta naturalidad con las copias de su corto metidas en el bolso que Neus Ballús, una antigua reportera de televisión metida a cineasta, parecía más que estaba repartiendo su obra entre su familia en Nochebuena que a un par de minutos de recoger el primer premio Ciudad de Alcalá en el certamen nacional de cortometrajes que en esta edición cumple su 40 aniversario. Referente europeo dentro de los festivales que apuestan por la versión breve de este arte, el jurado se ha quedado prendado con la historia de Ballús titulada Inmersió, rodada íntegramente bajo el agua con cloro de ...

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Andaba con tanta naturalidad con las copias de su corto metidas en el bolso que Neus Ballús, una antigua reportera de televisión metida a cineasta, parecía más que estaba repartiendo su obra entre su familia en Nochebuena que a un par de minutos de recoger el primer premio Ciudad de Alcalá en el certamen nacional de cortometrajes que en esta edición cumple su 40 aniversario. Referente europeo dentro de los festivales que apuestan por la versión breve de este arte, el jurado se ha quedado prendado con la historia de Ballús titulada Inmersió, rodada íntegramente bajo el agua con cloro de la piscina de barrio. Retrata a toda clase de gente en una situación ridícula por lo absurdo que resulta en ocasiones estar fuera de lugar.

El certamen es un referente europeo y cumple su 40 aniversario

Todo lo contrario de lo que le ocurría a su directora instantes antes de recibir el galardón de un jurado que ha estado compuesto por Javier Rebollo, Alicia Albadalejo y Félix Peñuela, realizador de Versión Española. Ballús, que había tenido un notable éxito con un trabajo anterior llamado El abuelo de la cámara, exultante, pedía acercarse a su obra sin prejuicios y olvidando la narrativa convencional, sin duda una tarea titánica también para más de un espectador. "Hay que dejarse llevar", decía risueña a espaldas del photocall esta guapa treintañera. A continuación sacaba una tarjeta con su contacto y el de su productora, daba media vuelta y se iba con tanto desparpajo como con el que había llegado.

El segundo y el tercer premio se lo repartieron El segundo amanecer de la ceguera, de Mauricio Franco Tosso, y De caballeros, de Adrián Orr Serrano. El primero, único representante en el pasado Festival de Berlín, narra la vida de una pareja que después de muchos años juntos se ven como dos desconocidos, obra de Tosso, un director peruano que llegó a Madrid para perfeccionar la dirección de cine; mientras que el segundo acerca a las pericias del regente de una peluquería de caballeros, un tal José, y la de sus clientes que van a cortarse el pelo.

La mención especial del jurado recayó en Interiorismo, de Chema Grueso y Hernán Talavera, que según el jurado "a través del encuadre, de la luz y del montaje de sonido e imagen, convierten una naturaleza muerta en una fantasmagórica de presencias vivas".

En la gala que se celebró anoche en el teatro Cervantes de Alcalá de Henares también se entregaba el Premio Comunidad de Madrid que recayó esta vez en La playa de Berlín. Cannon Beach, que sitúa en pleno invierno los anhelos de un personaje que viaja en autobús rumbo a una playa. Se le unirá un curioso compañero de expedición. La obra es de Manuel Calvo, un licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid que ya recibió en 2007 un premio Goya al mejor cortometraje documental.

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En la sección en la que competían cortometrajes de diferentes nacionalidades, el Certamen Europeo, salió vencedor Hanoi-Warszawa, de Katarzyna Klimkiewwicz. Es un duro relato de los inmigrantes ilegales vietnamitas que intentan entrar en Polonia. Acosados por la policía, los contrabandistas sin escrúpulos, fácil presa de intermediarios que les engañan, un grupo de vietnamitas, entre ellos Mai Anh, una chica que va en busca de un novio que trabaja en Varsovia, sufren todo tipo de atropellos. No es el lugar idóneo, sin embargo, para el amor.

Colivia, de Adrian Sitaru, segundo premio en el certamen europeo, da cuenta de la deteriorada relación de un padre y un hijo que encuentran algo en común en la figura de una paloma enferma a punto de morir. El rumano Sitaru, creador de películas para televisión, indaga en lo complejo y maldito que resultan en ocasiones las relaciones paterno-filiales.

Se repartieron además una docena más de premios, como el de mejor interpretación femenina a Carla Pérez por Pablos o el de mejor guión, al mejor montaje y la mejor música original. Pero para lo bueno y para lo malo el espacio de los periódicos es a veces tan corto como el de sus historias.

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