Aquí no sobra nadie
Mientras los empobrecidos del mundo siguen llamando a la puerta de nuestra opulencia, el mundo enriquecido no escucha ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano.
La FAO reconoce que el planeta puede alimentar a más del doble de la población actual; el 20% de la población acapara y consume el 80% de los recursos disponibles; solo el 7,7% de la población emite el 50% de los gases causantes del supuesto cambio climático; la ONU reconoce que con el 1% de lo entregado por los Gobiernos para salvar la crisis bancaria sería suficiente para erradicar, ho...
Mientras los empobrecidos del mundo siguen llamando a la puerta de nuestra opulencia, el mundo enriquecido no escucha ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano.
La FAO reconoce que el planeta puede alimentar a más del doble de la población actual; el 20% de la población acapara y consume el 80% de los recursos disponibles; solo el 7,7% de la población emite el 50% de los gases causantes del supuesto cambio climático; la ONU reconoce que con el 1% de lo entregado por los Gobiernos para salvar la crisis bancaria sería suficiente para erradicar, hoy mismo, el hambre del mundo. Por tanto, la causa del hambre no es la superpoblación. Aquí no sobra nadie. Hay recursos para que puedan vivir dignamente 12.000 millones de personas, pero no para saciar la voracidad consumista de 1.000. Por eso no queremos permitir que crezcan y se desarrollen sus países, y nos inventamos cualquier excusa para argumentar que son muchos, que sobran. Porque siempre sobran ellos. Nunca sobra nada de lo nuestro.