Análisis:DESDE EL PARQUÉ | MERCADOS

Actividad en zona de mínimos

La festividad en Estados Unidos marcó ayer la pauta al conjunto de los mercados de valores europeos, que quedaron a la deriva en ausencia de datos. Esta situación confirma que, más que la economía y las empresas europeas, lo que preocupa a la mayoría de los inversores es la evolución de la economía estadounidense, por cuanto supone de anticipación de lo que pueda suceder con el resto.

La Bolsa española abrió la jornada con un nuevo intento de aproximación del Ibex 35 al nivel de los 10.700 puntos, pero enseguida se detectó el problema que habría de marcar el desarrollo de la jornada: la...

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La festividad en Estados Unidos marcó ayer la pauta al conjunto de los mercados de valores europeos, que quedaron a la deriva en ausencia de datos. Esta situación confirma que, más que la economía y las empresas europeas, lo que preocupa a la mayoría de los inversores es la evolución de la economía estadounidense, por cuanto supone de anticipación de lo que pueda suceder con el resto.

La Bolsa española abrió la jornada con un nuevo intento de aproximación del Ibex 35 al nivel de los 10.700 puntos, pero enseguida se detectó el problema que habría de marcar el desarrollo de la jornada: la ausencia de dinero.

En apenas una hora, el Ibex 35 pasó de un máximo intradía en 10.678,90 puntos a un mínimo que utilizó de soporte el nivel de cierre del día anterior. A partir de ese momento las oscilaciones del índice fueron numerosas, pero de baja intensidad, como corresponde a entradas y salidas de poca cuantía. Al cierre de la sesión, el Ibex 35 subió el 0,22% para quedar en 10.622,70 puntos, un resultado que podría considerarse como parte del proceso de consolidación, pero que hay que poner en cuarentena por lo atípico de la jornada.

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El resto de las plazas europeas mantuvo una trayectoria similar, con subidas que casi nunca llegaron a superar el 0,50%. La Bolsa alemana apenas valoró la decisión de prolongar la vida de algunas centrales nucleares, que se traducirá en un incremento del beneficio de las compañías eléctricas.

La jornada, con escasa actividad, concedió un amplio margen de tiempo para la especulación teórica, con un amplio repaso por parte de los inversores de las últimas consideraciones de los analistas. En momentos de incertidumbre respecto de los fundamentos de la economía y, por tanto, de la actividad empresarial, parece imponerse el análisis gráfico a ambos lados del Atlántico. Ya desde hace algunos días se espera con cierta inquietud la llegada del índice Dow Jones a una importante zona de resistencia en torno a los 10.500 puntos, que casi viene a coincidir en la práctica con el acercamiento del Ibex 35 a los máximos de agosto, en torno a los 10.900 puntos. Al menos ayer, en el mercado español nadie apostaba por superar ese nivel, como demostró el volumen negociado que, con 1.043,95 millones de euros, fue uno de los más bajos del año.

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