Sarkozy acorta las vacaciones para abordar la crisis

Con la reforma del sistema de pensiones como gran prioridad del reinicio del curso político, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha decidido acortar sus vacaciones para analizar la política económica de su Gobierno en los próximos meses. Antes del primer Consejo de Ministros, que se desarrollará el próximo miércoles 25 de agosto, el mandatario ha convocado a su primer ministro, François Fillon, su ministra de Economía, Christine Lagarde, y al titular de Presupuesto, François Baroin, para una reunión mañana en el Fort de Bégançon, en la Costa Azul, al lado del lugar en el que veranea el pre...

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Con la reforma del sistema de pensiones como gran prioridad del reinicio del curso político, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha decidido acortar sus vacaciones para analizar la política económica de su Gobierno en los próximos meses. Antes del primer Consejo de Ministros, que se desarrollará el próximo miércoles 25 de agosto, el mandatario ha convocado a su primer ministro, François Fillon, su ministra de Economía, Christine Lagarde, y al titular de Presupuesto, François Baroin, para una reunión mañana en el Fort de Bégançon, en la Costa Azul, al lado del lugar en el que veranea el presidente. El encuentro estará dedicado al "crecimiento y al déficit público".

Nada más regresar a París, el Gobierno se enfrenta a una de sus grandes medidas económicas. A partir del 7 de septiembre, la Asamblea Nacional debatirá la reforma del sistema de pensiones, que tendrá que defender el titular de Trabajo, Eric Woerth, muy debilitado por el escándalo político-financiero relacionado con el caso Bettencourt. El Ejecutivo prevé aplazar la edad de jubilación de los 60 años actuales a los 62. Los sindicatos ya han convocado una jornada de movilización para el mismo día 7. "El periodo va a ser difícil para Eric Woerth, aunque cuenta con el pleno apoyo del presidente y del primer ministro", señalaba un miembro del Gobierno al diario Le Figaro.

Recortes

En la reunión se examinará también el saneamiento de las cuentas públicas. Francia se ha comprometido a reducir el déficit público al 3% del PIB antes de finales de 2013. De momento es del orden del 8%. Pese al crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre, tras progresar apenas un 0,2% en el primero, los esfuerzos que tendrá que realizar el Gobierno para cumplir su promesa son importantes. El Ejecutivo cuenta, entre otros, con la reducción de parte de las exenciones fiscales para recuperar 10.000 millones de euros.

La agencia de calificación Moody's advirtió el pasado martes que Francia -al igual que Alemania y EE UU- está un poco más cerca de la posibilidad de perder la nota máxima de solvencia porque presenta grandes desafíos, "ligados a los ajustes presupuestarios".

La reunión del viernes será también una forma de preparar la política del Gobierno para los próximos dos meses, claves antes de una remodelación ministerial anunciada para el mes de octubre.

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