Crítica:Días de diversión

Castigados a la sombra

En Donostia se ha olvidado el famoso dicho de los toros con sol y moscas. Aliviados por la ausencia de los insectos, la cubierta de Illumbe ahora evita que el sol ilumine las tardes de toros.

El ayuntamiento ha decidido castigar a los fieles de los tendidos no permitiendo que la empresa abra la cubierta, lo que transforma la estancia en una improvisada sauna durante las dos horas de festejo. Alegan que el poco uso en los meses de invierno, cuando el baloncesto es el protagonista del inmueble, ha llevado a desconocer el estado de la mecánica del techo corredizo y, por ello, aconse...

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En Donostia se ha olvidado el famoso dicho de los toros con sol y moscas. Aliviados por la ausencia de los insectos, la cubierta de Illumbe ahora evita que el sol ilumine las tardes de toros.

El ayuntamiento ha decidido castigar a los fieles de los tendidos no permitiendo que la empresa abra la cubierta, lo que transforma la estancia en una improvisada sauna durante las dos horas de festejo. Alegan que el poco uso en los meses de invierno, cuando el baloncesto es el protagonista del inmueble, ha llevado a desconocer el estado de la mecánica del techo corredizo y, por ello, aconseja que esté cerrado, con lo que el sufridor cliente se convierte doblemente en pagano. No deja de ser otra traba en las ruedas de una feria, que trata de levantar la empresa Chopera.

TORRESTRELLA / CID, S. AGUILAR Y LUQUE

Seis toros de Torrestrella, justos de presentación salvo los dos primeros, bien presentados, con poca fuerza, pero que colaboraron con los espadas. Destacó el cuarto.

Manuel Jesús Cid 'El Cid': Estocada atravesada y descabello (Silencio). Estocada (Oreja).

Sergio Aguilar: Estocada (Oreja). Gran estocada (Oreja).

Daniel Luque: Estocada trasera (Saludos tras un aviso). Metisaca, casi entera y tres descabellos (Silencio).

Saludó en el primero el bandillero 'Alcalareño'.

Plaza de Illumbe. 17 de agosto de 2010. Cuarta de la Semana Grande. Un tercio de entrada.

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Lo malo para el aficionado es que ése no fue el único castigo de la cuarta corrida del ciclo. Ver a una sombra del buen torero que fue El Cid hace no demasiados meses dolió más a muchos de los congregados. El cuarto de la tarde, un anovillado ejemplar de Torrestrella, fue un juguete para el sevillano. Siempre noble, con recorrido, con fijeza. Con calidad en la embestida, con fondo. Hasta demasiado noble. Un toro al que le faltó algo de chispa para tener más transmisión y, sobre todo, trapío para que aquello tuviera importancia.

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También la faltó un torero que firmase una faena para recordar. El Cid, muy lejos de aquel torero que emocionaba con los victorinos, se dedicó a repetir series por ambos pitones, con la irregularidad de quien no logra romper a un toro que llevaba el triunfo en cada embestida. Con la emoción de un tentadero, la faena se fue apagando y Chupadito, que hacía honor a su nombre, se fue con una oreja al desolladero a pesar de que hizo todo lo posible para perder las dos.

Pero no todo fueron castigos. Sergio Aguilar puso la nota positiva. Entendió a la perfección a su primero, un toro de espectacular pelaje, claro ejemplar de Torrestrella, bien presentado y que tuvo transmisión. El madrileño estuvo muy por encima del toro, con poder y cuajó una tanda de naturales muy suave que hizo olvidar por un instante el tobillero juego de su oponente. Además, mató de forma ejemplar. La oreja dejó satisfechos a todos.

Sergio Aguilar, que está buscando un sitio entre los jefes, quiso redondear el triunfo, pero le faltó colaboración en el quinto de la tarde, un toro que se puso complicado muy pronto y que tiró unos feos gañafones al cuello del torero. Volvió a usar bien el acero. En tres corridas de la feria donostiarra se han ejecutado cuatro excelentes estocadas, de las de premio, El Juli, Manzanares y Aguilar han hecho gala de su título de matador.

Más desapercibido pasó Daniel Luque, un torero joven, con aires de promesa, que se va diluyendo a lo largo de la temporada y que en San Sebastián vio cómo su nombre se borra un poco más de la lista de futuribles. No dijo nada en sus dos toros, que fueron los menos claros del encierro. Sin embargo, hace falta más hambre para dar dentelladas en este difícil mundo de los toros.

Sergio Aguilar se luce ante su primer toro en la lidia de ayer, en la feria donostiarraJESÚS URIARTE

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