Les Musiciens repasan en Santiago el genio musical de Hector Berlioz
Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre-Grenoble son artistas que vertebran cada año con éxito el festival Via Stellae. El miércoles 14 hicieron del Auditorio de Galicia de Santiago un escenario de celebración de la fiesta nacional francesa con un programa monográfico dedicado a Hector Berlioz, autor nacido en La Côte-St-André, localidad del mismo departamento del Isère vecina a Grenoble y con la que comparte los escenarios del Festival Berlioz.
Los programas de Minkowski y Les Musiciens en Via Stellae tienen siempre una gran coherencia. El del miércoles tenía además esa estructura, ta...
Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre-Grenoble son artistas que vertebran cada año con éxito el festival Via Stellae. El miércoles 14 hicieron del Auditorio de Galicia de Santiago un escenario de celebración de la fiesta nacional francesa con un programa monográfico dedicado a Hector Berlioz, autor nacido en La Côte-St-André, localidad del mismo departamento del Isère vecina a Grenoble y con la que comparte los escenarios del Festival Berlioz.
Los programas de Minkowski y Les Musiciens en Via Stellae tienen siempre una gran coherencia. El del miércoles tenía además esa estructura, tan habitual tiempo atrás, de obertura, obra con solista y sinfonía. En la obertura de El carnaval romano fue espléndida la demostración de color (esa veladura de las cuerdas en sordina), planos sonoros y brillantez. En la segunda obra programada, La muerte de Cleopatra, Anne-Sofie von Otter dio una clase magistral de música, tanto por voz como por el dramatismo de su interpretación. El final, sencillamente escalofriante.
Harold en Italia es una sinfonía atípica desde su origen, el encargo de Paganini a Berlioz de un concierto para viola que luego rechazó pero pagó. Su escritura -inadecuada para el lucimiento del solista por falta de esos efectos pirotécnicos tan caros al virtuoso genovés- es una fuente de evocación de paisajes y ambientes que Antoine Tamestit a la viola y Minkowski al frente de Les Musiciens du Louvre supieron recrear y transmitir en todo su espíritu.