La prórroga de la ayuda para parados sin subsidio, en el aire

La secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, aseguró ayer que "no está encima de la mesa" un recorte de las prestaciones por desempleo, pero dejó abierta la posibilidad de no prorrogar las ayudas de 426 euros a los parados que hayan agotado el paro y el subsidio, una vez finalice el programa en vigor el próximo mes de agosto.

"Una cosa es mantener el sistema de protección por desempleo, que no se ha planteado nunca su modificación", y otra "si procede o no la prórroga del Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción". Esta ayuda se revisa cada seis meses y, desde que s...

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La secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, aseguró ayer que "no está encima de la mesa" un recorte de las prestaciones por desempleo, pero dejó abierta la posibilidad de no prorrogar las ayudas de 426 euros a los parados que hayan agotado el paro y el subsidio, una vez finalice el programa en vigor el próximo mes de agosto.

"Una cosa es mantener el sistema de protección por desempleo, que no se ha planteado nunca su modificación", y otra "si procede o no la prórroga del Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción". Esta ayuda se revisa cada seis meses y, desde que se aprobó, se ha prorrogado dos veces. Rojo recordó que la paga "es coyuntural", por lo que habrá que plantear si se mantiene a partir de agosto, cuando finaliza el programa actual.

Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, reunirá la Comisión de Seguimiento del Diálogo Social mañana y les dará detalles del decreto con el ajuste que aprobará el Gobierno al día siguiente. La reunión se produce a petición de CC OO y UGT. Los sindicatos rechazan el recorte con contundencia. "Se está más cerca de la huelga general que hace una semana", dijo ayer el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. UGT insistió que "no descarta ninguna medida".

Este escenario complica la exigencia que el lunes planteó Zapatero de cerrar un acuerdo laboral antes de acabar mayo. Además del recorte, los principales escollos al pacto para la reforma laboral se sitúan en la rebaja de cotizaciones que reclama la patronal y en el despido.

La CEOE pide una redefinición de las causas del despido objetivo o procedente. La indemnización del objetivo es de 20 días por año trabajado y la del improcedente es de 45 días o 33. Los sindicatos lo rechazan porque creen que acota el papel que que juegan los jueces en los despidos. Otra discrepancia es la pretensión del Gobierno, apoyada por la CEOE, de generalizar el contrato de fomento del empleo indefinido, con una indemnización de 33 días.

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